El desahogo de vida de Fernanda Russo
Fue la primera atleta argetina en ganar una medalla en los Panamericanos de Santiago 2023. Con la plateada, además, el pasaje a los próximos Juegos Olímpicos. Su mamá incondicional, sus ataques de pánico y un grito ganador: hablemos de salud mental.
Fernanda Russo se clasificó a los próximos Juegos Olímpicos y lloró. Su emoción no tenía mucho que ver con la inmensa alegría de lograr un objetivo tan grande como ese para un atleta como ella, sino por desahogo. Se quería sacar la bronca. Lavarse el alma y la mente de tanto residuo ajeno contra sus sueños. Quería limpiarse de lo que no -los obstáculos, la falta de apoyo, el desinterés- y fregarse con lo que sí: su profesionalismo pese a todo, su objetivo, sus padres y sus amigas. Ese combo indestructible que la llevó a los Juegos Panamericanos de Santiago y la depositó en París 2024.
“Yo estoy acá como deportista ahora, pero el día de mañana voy a estar de ese lado para cambiar las cosas y para que no haya otra Fernanda que sufra lo que yo sufrí”, dijo en medio de un conmovedor llanto la tiradora riojana instantes después de ser la primera medallista argentina en Santiago 2023.
En una entrevista con TN, la atleta argentina habló de la emotividad y de la pasión; de su mamá y de salud mental; de lo que debe cambiar en la dirigencia del deporte argentino sin prensa y de su fanatismo por River. Y de los Juegos Olímpicos, claro, a los que irá por tercera vez con solo 24 años.
Fernanda Russo, el presente y futuro del olimpismo argentino
A pesar de que su partida dice que nació en Córdoba, desde que apenas tenía meses Fernanda Russo vive en La Rioja y de allí se siente. “Yo nací en Córdoba, pero me considero riojana porque vivo allá desde los seis meses. Mi mamá, por cuestiones de trabajo, estaba ahí y bueno, yo nací, pero mis dos viejos son riojanos”, contó.
En la semana inicial de los Juegos Panamericanos que se celebran por estos días en Santiago, Fernanda Russo se convirtió en la primera medallista argentina en la categoría tiro con rifle de aire 10 metros. Además sacó su pasaje para los Juegos Olímpicos de París, donde tendrá una acompañante más que especial: su mamá.
“Sin mi mamá yo no sería la mujer que soy hoy”
“Mi mamá para mí es todo”, resume Fernanda y se le ilumina la cara en la Villa Olímpica de Santiago de Chile. “Estoy completamente segura de que no sería la mujer que soy hoy sin ella, sin su ejemplo”.
Así pasó todo
“Mi mamá, Elena, es una persona que nunca hizo deporte, menos deporte de alto rendimiento y menos tiro, entonces en el momento en que mi papá me acercó al deporte, mi mamá al principio era un poco reacia a que la nena practique tiro porque no entendía, un poco por ignorancia y un poco por esto que tiene el interior de que a veces las cosas llegan un poco tarde”.
La mejor mamá del mundo
Al principio como que fue un poco reacia. Esto estoy hablando del 2010 y después a partir del momento que me que me metí, que decidí que eso era lo que yo quería hacer, ella siempre fue mi fan número uno, nunca puso trabas en mi crecimiento y, al contrario, siempre aprendió de tiro, va a competencias, me va a ver competir y entrenar”.
Madurar: el tiempo que es como una eternidad
La distancia es un tema complicado en la relación de Fernanda y Elena. Sin embargo, tratan de acortar esos más de mil cien kilómetros que las separa circunstancialmente desde Buenos Aires hasta La Rioja. “Ahora que yo estoy viviendo en Buenos Aires, obviamente que las cosas son un poco más difíciles porque no nos vemos tanto. Yo no voy tanto a La Rioja porque entre la facultad, entrenar, el día a día de los viajes, es difícil juntarnos. Ella también, por supuesto, que trabaja, ella es abogada. Pero bueno, más o menos cada dos o tres meses nos estamos viendo. Bueno, dos o tres meses parece poco, pero a veces es como una eternidad”.
En base al esfuerzo de Fernanda, madre e hija tendrán la oportunidad de poder cumplir un sueño que no se pudo cumplir en los Juegos Olímpicos de Tokio por las restricciones sanitarias a raíz de la pandemia. “En Tokio fue una gran desilusión porque ella ya tenía los pasajes comprados para venir a verme y con todo el tema de la pandemia le tuvieron que devolver el pasaje porque no había público. Ahora para París veremos, je. La verdad no sé cómo lo vive ella como madre porque trata de desprenderme de sus emociones. Pero el día de la medalla, por ejemplo, tenía el teléfono explotado y el primer mensaje que le mando fue ‘nos vamos a París, te venís a París conmigo’ y me dijo que sí, que la llamara más tarde porque estaba llorando”.
La gestión deportiva para generar cambios desde adentro
Luego de terminar el secundario, Fernanda Russo se mudó a Buenos Aires para estudiar Bioingeniería. Sin embargo, después de vivencias que la movilizaron desde la raíz decidió cambiar, adaptarse y meterse de lleno en la gestión deportiva, una carrera emparentada con su actividad y mediante la cual tiene un objetivo prioritario: mejorar desde la gestión lo que a ella la afectó como deportista.
Luego de su medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 se viralizó un video con mencionaba esta situación y emocionó a todos. Si bien se le trató de dar una connotación política, Fernanda afirmó que está muy lejos de eso. “Soy apolítica, no tengo bandera. Mi única bandera es la del deporte argentino”, sostuvo en TN.
La ventaja de haber pasado por ahí
“Tengo la suerte de poder ver las dos caras de la misma moneda. Ver las cosas que sufrimos los deportistas en el sentido de que repercuten directamente en nosotros: nos pasamos el año viajando, muchas veces fuera de nuestras casas, lejos de nuestra familia, preparándonos, obvio que por decisión 100% propia, pero bueno, que no deja de ser una vida poco convencional”.
“Muchas veces, cuando empezaste a estudiar, entendés por qué el mundo funciona como funciona. Y por qué es que las cosas deberían funcionar de la manera en que no funcionan muchas veces. Yo creo que lo más importante de todo esto sería un fortalecimiento del deporte desde el sentido teórico porque hay muchísimas personas que se están formando hoy en día para ser dirigentes mañana y para poder cambiar el deporte entendiendo por qué financiera, social y teóricamente las cosas deberían ser de otra manera”.
El tabú que Fernanda Russo derribó: la salud mental en el deporte
En el último tiempo, las nuevas generaciones derriban paredes y muros que oprimen en varios aspectos. Hasta hace no mucho tiempo, el tema de la salud mental era mirado de reojo y no se le prestaba la atención necesaria hasta que ya era tarde.
Estas situaciones que tiene el deporte, el sistema, llevan a los atletas hasta el límite y genera problemas en muchos de ellos. Hace algunos meses, Fernanda encendió las alarmas y rompió el tabú: hizo un emotivo posteo en su cuenta de Instagram donde narró su presente y habló sobre salud mental
La exigencia y el miedo al fracaso de los deportistas
“Es duro. Para mí fue duro dar el paso de reconocérmelo a mí misma, pero porque también arranqué muy de chica en esto y entonces es difícil cuando estás tan de chico y estás tan acostumbrado y lo único que sabés hacer” es tirar porque lo hacés desde chico. Imaginate que yo entré al seleccionado nacional con 14, ya hace 10 años. Se me mezclaba mucho, dentro mío, mi valor intrínseco como persona con mi rendimiento deportivo, entonces es como que si lo único que sabes hacer es tirar, pero tiras mal, entonces no servís. Hay un documental de Michael Phelps que se llama “El peso del oro” que es la manera que tuvo él de afrontar toda esta depresión y todas estas cosas y da cifras muy duras de la cantidad de medallistas olímpicos que se suicidan, una cifra muy dura de la cantidad de deportistas olímpicos que se deprimen y por qué es así”.
La fortaleza para poder mostrar debilidad
“Uno siente un vacío muy grande una vez que pasa una cita olímpica porque te preparás cuatro años y muchas veces lo hacés toda tu vida para un momento. Entonces, si tu vida pasa solamente por un lugar, una vez que ya pasó, todo lo otro es como que no importa, no vale, aunque uno lo haya intentado”.
“La manera que tuve yo siempre de afrontarlo fue buscando ayuda, que es lo más importante. Darte cuenta cuando las cosas no están bien, hablarlo, porque en realidad no hay debilidad en mostrar debilidad. La única manera de salir de esto es apoyarse en la gente que uno tiene, que lo quiere, que lo cuida y poniéndose a uno por encima de todo”.
Fernanda Russo con el objetivo en la mira. (Foto: russofernandaa/IG)
Visibilizar la salud mental: un gran paso adelante
“Ahora el Comité Olímpico Internacional está dando mucha visibilidad en función de lo que pasó con Simon Biles en Tokio. Hace poco escuchaba una nota que le a un campeón olímpico y dijo una frase en referencia a los deportistas que decía ‘no podemos pretender meterlos dentro de un entorno hostil y enseñarles a meditar como si eso fuese suficiente’. Uno puede meditar todo lo que pueda, pero en realidad lo único que estás haciendo es abstraerte de un entorno hostil. Entonces lo que hay que tratar de hacer es que el entorno deje ser hostil”.
El pecho cerrándose
“Para mí ya no es un tabú, yo hablo de esto abiertamente. He tenido ataques de pánico, algunos incluso sin saber que lo eran y enterarme mucho tiempo después en terapia. Me empezó a pasar a los 16 años volviendo de Río y no entendía nada, no entendía por qué se me cerraba el pecho, no entendía por qué tenía la necesidad de salir corriendo de lugares llenos de gente cuando yo siempre fui una mina sociable. Yo siempre fui alguien que las cosas me cuestan como a todos, pero que nunca me hice demasiado problema por cuestiones cotidianas y de la nada ¡pum!, como que la cabeza explotó. Eso recién pude reconocerlo en 2017 cuando empecé a trabajar con Marcelo y empezar a entender que esto que me estaba pasando tenía un nombre y una manera de tratarse”.
“Lo más importante y lo que me llevo de todo este viaje es saber que estoy mejor. Que incluso si caigo en un pozo, me voy a poder volver a levantar, que tengo gente a la vuelta, dispuesta y muy profesional al pie del cañón para todo”.
“Ser soldada voluntaria es un orgullo”
Otra de las particularidades de la vida de Fernanda Russo es que es soldado voluntaria dentro del Ejército Argentino. Esta situación le abre una nueva puerta para la competencia y para seguir creciendo en el deporte.
“Para mí es un orgullo y una oportunidad increíble porque existen competencias que se llaman mundiales militares donde nosotros también podemos representar al país. Los competidores son prácticamente los mismos que en las del circuito del ranking mundial civil”, contó.
Los colores desde la cuna: el fanatismo de Fernanda Russo por River
Como suele suceder, la pasión se transmite de generación en generación. En el caso de Fernanda, al igual que en su inicio en el tiro, su padre tuvo un lugar fundamental para transmitirle el amor por River Plate.
“Mi viejo es hincha fanático. Nosotros veíamos partidos juntos desde siempre. Tengo otro recuerdo que, si no lo veíamos, porque mi viejo es muy de la radio, lo escuchábamos por Cadena 3”.
Además de su sentimiento, Fernanda quedó maravillada en su visita al Monumental: “Me encanta y ahora con la obra nueva es increíble, la vi para el partido de la Selección argentina con Paraguay, que estuve en la cancha”. Y por supuesto, a la distancia tiene un sentido especial: “Para mí River también es todo. Es parte de los colores, me conecta mucho con mis inicios y con mis raíces, con esto de poder compartir con mi papá todas estas cosas. Estar tan cerca ahora es hermoso”.
París 2024 y la ilusión de tener una revancha
Los Juegos Olímpicos de Tokio fueron traumáticos para muchos deportistas. Lo atípico de la pandemia los convirtió en históricos y particulares. Sin embargo, el recuerdo es agridulce para Fernanda: a pocos días de competir contrajo coronavirus y estuvo a punto de quedar marginada de las pruebas.
“Fue triste lo de Tokio porque yo me contagié sin saber cómo y di positivo sin tener síntomas, en un control de rutina”, recordó. “Esa semana fue durísima porque me testeaban todos los días a ver si por casualidades de la vida, yo podía llegar a dar negativo”.
Finalmente pudo competir, pero no en las mejores condiciones y es algo que queda como una espina: “Yo llegué súper disminuída. Estuve ahí con el corazón y con la garra, pero no con las capacidades físicas para competir y me costó mucho volver”.
“Fue duro porque el esfuerzo lo hicimos en todos los ámbitos, pero bueno, lo que tiene de lindo el deporte es que siempre da revancha y yo voy a voy a ir a sacarme la sensación horrible”.
Esa revancha llegará en París 2024 donde Fernanda es una de las primeras clasificadas para representar a la Argentina y tendrá muchísima banca, empezando por el de ella misma. “Siento que estoy lejos de haber alcanzado mi techo, pero sí tengo una base importante. Mi expectativa obviamente es ir a dar todo y dar lo mejor de mí y si eso, alcanza, por una medalla mucho mejor. Por supuesto, esto no sería posible sin el Cenard, la Secretaría de Deportes, la Federación Argentina de tiro, mis entrenadores, Ariel Martínez y Pablo Alvarez, y obvio al Comité Olímpico Argentino”.
La sonrisa de Fernanda
Es su sello. Y así se cierra la charla. Es, incluso, la que se cuela en medio de cualquier llanto por todo lo vivido y lo que está por venir.
El equipo de Fernanda Russo
Marcelo Roffé (psicólogo deportivo)
Alicia Verde (psicóloga clínica)
Liliana Fernández (psiquiatra)
Daniel San Millán (preparador físico)
Mariana de la Colina (nutricionista)
José Arrieta (oftalmólogo).
Ariel Martinez (presidente de la Federación de tiro)
Pablo Alvarez (DTN, entrenador)