“Estuve un año y medio sin tocar una pelota de fútbol”
El ídolo del Canalla contó qué hacía durante el retiro y cómo se gestó su vuelta al club.
Rosario Central recibió un golpe este martes, porque cayó por 2-1 ante Peñarol y se quedó afuera de la Copa Libertadores. Sin embargo, tendrá la posibilidad de disputar los 16avos de la Copa Sudamericana y la buena para el equipo es que, allí, podrá contar con Marco Ruben, su ídolo y máximo goleador, quien volvió del retiro y fue presentado oficialmente en el club el pasado domingo (incluso acompañó al plantel a Uruguay para el duelo frente al Manya).
“Pasó muy rápido. Siento como si no me hubiese ido, básicamente”, expresó en principio Ruben, en una entrevista con el sitio oficial de Rosario Central. “Hace más o menos seis o siete meses hablé con Gonzalo (Belloso), con Miguel (Russo). Carolina (Cristinziano) también estuvo ahí presente… Ellos decían que tenía que tener una última oportunidad. Otra vuelta. Que me veían bien y confiaban en mí. Y ahí empecé a hacerme un poco la cabeza y después surgió todo”, contó el delantero.
Ruben, de 37 años, detalló que fue preparándose progresivamente para volver a calzarse los botines y que, en determinado punto, sintió que podía entregarle algo más al Canalla: “Tomé la decisión de volver a jugar al fútbol, de ver qué pasaba con esa decisión. Empecé en Deportivo Maldonado, que me abrió la puerta para ese regreso. A partir de ahí, escalón tras escalón, fui notando que volví a estar bien, que sentía ganas y que tenía un poquito más para aportarle a Central”.
Antes, como mencionó, eligió pasar primero por Deportivo Maldonado, donde jugó 13 partidos (dos del Clausura 2023 y 11 del Apertura 2024) y marcó tres goles. “Era un paso previo total y necesario. No iba a volver a Central de cero”, relató.
Y contó qué hizo durante su retiro: “Estuve un año y medio sin tocar una pelota de fútbol, cortando leña y jugando al tenis, ja. Necesitaba tantearme y ver cómo estaba. El proceso que hice en Deportivo Maldonado fue muy importante y me demostró que, si bien no estoy al cien por ciento de mis posibilidades, mejoré mucho en lo físico y tengo posibilidades de seguir mejorando. Eso volvió a hacerme creer que estoy preparado para jugar de nuevo en Central”.
“Han pasado muchos años. Debuté a los 17 años. Hoy tengo 37 y tengo la posibilidad de vivir mi quinta etapa en el club. Quiero seguir intentando no fallarle a esa gente y a todo el que todavía confía en mí”, agregó.
Ruben y la alegría por tener por primera vez a Russo como DT
“Habiendo estado en tantas etapas en el club y no haber coincidido… Me dejaba un saborcito medio amargo. Hoy tengo la posibilidad de compartir un plantel con él. Voy a disfrutarlo todo lo que pueda. Es una etapa distinta”, contó Ruben, sobre la alegría de ser dirigido por primera vez por Russo, con quien no había podido coincidir en ninguna de sus etapas en el club.
“Por suerte el fútbol nos unió. Nunca habíamos compartido. Cuando debuté en 2004, él se fue. Después volvió cuando yo no estaba… Después volví yo… Y volvió de nuevo cuando me retiré. Es algo muy lindo”, cerró Ruben, máximo goleador en la historia de Central con 105 goles en 262 partidos.
Cuándo podría jugar Ruben
Si bien aún no hay nada oficial acerca de cuándo estará en cancha Ruben, según informó La Capital de Rosario, el delantero podría jugar más pronto que tarde. Para ser precisos, podría tener su reestreno el próximo domingo 2 de mayo ante Lanús, por la cuarta fecha de la Liga Profesional.
De hecho, a pesar de no haber estado habilitado para jugar ante Peñarol (el club no lo puede inscribir hasta no finalizar la fase de grupos), viajó a Uruguay concentrado junto a sus compañeros.
Ahora, a nivel internacional, el delantero ya deberá poner los ojos en los 16avos de la Copa Sudamericana. Allí, los mejores terceros de la Libertadores se enfrentarán, en orden, a los peores segundos del otro certamen.
Hoy por hoy (todavía restan las jornadas de este miércoles y jueves), Central es el mejor tercero, y estaría enfrentándose al peor segundo, que de momento es Boca, aunque el rival que finalmente le tocará, casi seguro, será otro.