Hay paros en varias provincias, mientras los empresarios nucleados en la FATAP emitieron un duro comunicado con el título: “Transporte público del interior. Crónica de una crisis con responsables”.
El transporte público de pasajeros atraviesa por un período de extrema tensión, tras la decisión del Gobierno nacional de ponerle fin al Fondo de Compensación al Transporte Público de pasajeros por automotor urbano y suburbano del interior del país, creado por ley y que es clave para mantener los servicios en las provincias. La sequía de recursos se profundizó en las últimas semanas y se traduce en la falta de pago de los sueldos a los choferes de colectivos, por lo que la semana corta arrancó con medidas de fuerza en el interior.
Santiago del Estero amaneció con paro por tiempo indeterminado y sin asistencia a los lugares de trabajo, de los choferes de colectivos (UTA), ante la falta de pago de los salarios de enero. “Pasan los días y si esto no se resuelve se va a complicar más, en un par de semanas deberíamos estar cobrando el sueldo de febrero y todavía no tenemos novedades de enero”, sostuvo Jorge Pacheco, secretario general de gremio, durante una entrevista radial, esta mañana.
En el caso de Paraná, la capital de Entre Ríos, desde la semana pasada las empresas finalizan con los servicios a las 14.30, lo que genera numerosas dificultades. En rigor, se trata de un lockout de la patronal, que se adoptó mientras se discutía entre las partes (el Ejecutivo municipal, el Concejo Deliberante y empresarios) una posible suba del boleto mínimo, debate que estalló por los aires cuando el Gobierno nacional anunció el desfinanciamiento del sistema. La restricción también se hace sentir en Gualeguaychú, Concepción del Uruguay, La Paz, Chajarí y Concordia.
En Chaco, la única línea de colectivos que funciona en la ciudad de Roque Sáenz Peña está de paro y la medida va a continuaría por tiempo indeterminado, anunció en medios de esa provincia el empresario Julián Vilar. De acuerdo al empresario, había pedido un incremento del pasaje mínimo de $280 a $580, pero el Ejecutivo municipal autorizó un boleto de $450. La decisión se adoptó antes que la Nación decidiera terminar con el Fondo de Compensación al Transporte, por lo que el costo -sin subsidio- debería rondar ahora los $1.800. “Este cálculo surge de la cantidad de pasajeros que tenemos, siempre y cuando se pague en tiempo y forma el boleto estudiantil -que lpaga el Gobierno provincial- y que continúen girándose fondos nacionales”, dijo. “El servicio tiene que estar subsidiado, no se puede dejar a la gente a pie”, agregó.
En Jujuy, la regional de UTA anunció una medida de fuerza por tiempo indeterminado, si las empresas no abonan los salarios, más diferencias de meses anteriores. “Si este miércoles no se transfieren la totalidad de los salarios a los trabajadores, el jueves haremos un paro”, advirtió Nicolás Abet, secretario general del gremio. Consultado sobre la falta de giro de partidas del Fondo de Compensación al Transporte, expresó: “Los subsidios nacionales no llegaron y ya no va a haber más, desconocemos quién va a poner ese dinero, pero los trabajadores no vamos a aceptar ni un centavo de descuento salarial”.
Para arriba
De acuerdo a un documento que dio a conocer la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), el boleto mínimo más caro del país se paga en Formosa, con $690; le sigue Corrientes, con $590, y luego Pergamino, con $508. Después está Santa Fe, con $380); Concepción del Uruguay, $370; Bahía Blanca, $345; Rosario, $340; y Bariloche, con $320. Sin el subsidio, estos valores promediarían los $1.000, razón por la que un grupo de intendentes de capitales de provincias, anunciaron que se esperarán a que se publique en el Boletín Oficial la decisión del Poder Ejecutivo de terminar con el Fondo de Compensación al Transporte para iniciar acciones legales.
Los jefes comunales lo hicieron en un comunicado, en el que también señalaron: “Esta medida no es contra los intendentes es contra los millones de estudiantes, enfermeros, trabajadores que diariamente utilizan el transporte público para movilizarse en sus respectivas ciudades. Una determinación semejante afecta de forma directa a la productividad del país”. Firmaron Daniel Passerini, de Córdoba; Emiliano Durand, de Salta; Guillermo Montenegro, de Mar del Plata; Jorge Jofré, de Formosa; Mariano Gaido, de Neuquén; Raúl Jorge, de San Salvador de Jujuy; Rosario Romero, de Paraná; y Roy Nikisch, de Resistencia, entre otros.
“Crónica de una crisis con responsables”
Con ese título, la Federación Argentina de Transportadores de Automotor de Pasajeros (FATAP), advirtió en un comunicado sobre la grave crisis del servicio de colectivos urbanos en el interior del país. Señaló que se trata de una crónica conocida que “se encaminaba hacia un triste final”.
“La intempestiva decisión del Gobierno Nacional de eliminar el Fondo Compensador del Transporte y toda asistencia al Transporte del Interior, después de haber afirmado que terminaría con la discriminación que este último sufría en la asignación recursos, es la culminación del proceso de deterioro denunciado”, destacó la entidad en el arranque de sus análisis.
Pone el acento la FATAP en que “los más afectados serán estudiantes, trabajadores, profesionales, monotributistas y adultos mayores -principales usuarios del transporte público- quienes padecerán un sistema precario, ineficaz e inseguro, si no se adoptan medidas urgentes”. Además, negaron ser los responsables de la crisis del sistema: “En verdad, fueron (las empresas) dramáticamente perjudicadas por la licuación de sus patrimonios y la asunción de numerosas deudas a causa de la necesidad de mantener la regularidad y continuidad de los servicios en condiciones anómalas, carentes de previsibilidad económica y financiera, con reglas de juego precarias y sometidas a decisiones arbitrarias, ajenas a toda consideración técnica”.
Para terminar, destacaron cuatro aspectos esenciales. 1- El sistema de transporte público del Interior se encuentra en una crisis económica y financiera que no admite indefiniciones en ningún aspecto. 2- No existe capacidad empresaria para absorber ningún costo operativo adicional, antes bien, se requieren imperiosamente aportes que permitan la recuperación del capital perdido. 3- Los recursos deben ser generados en el momento en que el usuario consume el servicio, ya que las empresas del sistema han perdido el crédito comercial con sus proveedores, y las obligaciones asumidas a causa de la crisis generada por sus concedentes no pueden seguir agravándose a las tasas actuales. 4- Se necesita, de modo inmediato, un plan de financiamiento a largo plazo de las obligaciones devengadas, impositivas y de adquisición de capital de trabajo e infraestructura, con cargo de los intereses a los responsables del sistema de transporte.