El abultado superávit fiscal de enero le permite a Caputo alcanzar sin mayores problemas el objetivo fiscal del primer trimestre. Del mismo modo ocurre con la acumulación de reservas internacionales.
El Gobierno recibe a la subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, para analizar la marcha del programa acordado en enero. Y las autoridades económicas podrán mostrar que al menos dos de los objetivos prometidos están en vía de cumplirse.
Uno de ellos es la meta fiscal del primer trimestre fijada en $960.000 millones. Para llegar a ellos ya consiguió $2 billones en enero a partir de un fenomenal ajuste del gasto, el más importante de los últimos 30 años. El otro es de reservas del Banco Central.
“El superávit finalmente fue mayor al esperado explicado por la ausencia de gestión del Estado, el congelamiento en las partidas de gasto, y por la licuación de las partidas vinculadas a prestaciones sociales”, plantea el economista Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
El analista sostiene que “la meta fiscal con el FMI fue modificada y se estableció en un superávit de $960.000 millones para el mes de marzo; con el superávit de $ 2,010 billones en enero la meta fiscal, por ahora, luce cumplible”, plantea Letcher.
Los economistas sostienen que el abultado resultado conseguido en el primer mes del año no se puede sostener con la misma proporción en los meses siguientes, porque se logró en base a licuación de salarios y jubilaciones y el no pago de compromisos. De los 2 billones de superávit primario de enero, el 45% fue aportado por el retraso de las jubilaciones.
Difícilmente Luis Caputo pueda mantenerse sentado sobre la caja en las próximas semanas, aunque en su cabeza sabe que durante la primera mitad del año tiene que conseguir el mayor superavit posible para compensar el incremento de gastos que caracteriza al segundo semestre, cuando además merman los ingresos de retenciones producto de la liquidación de la cosecha.
Es así que probablemente en febrero y en marzo el resultado fiscal tienda a reducir el nivel se superávit o incluso, con un pequeño déficit, que quedará compensado por el resultado de enero.
¿Es sostenible el ajuste del gasto de enero?
La sociedad de bolsa Romano Group sostiene al respecto que “si bien se trata del primer ejercicio mensual completo de esta gestión, no debemos caer en la ilusión que con tan solo licuando es suficiente, ya que para ello se necesita convivir indefectiblemente con una mayor inflación”. “Licuar no es sanear, y para garantizar el crecimiento para el mediano y largo plazo, Argentina necesita lo segundo”, advierte Romano Group.
El BCRA ya logró las reservas previstas para marzo
El otro objetivo que el Gobierno puede mostrar como prácticamente cumplido para el primer trimestre ante el FMI es la meta de acumulación de reservas internacionales. Para el 31 de marzo el Banco Central tiene que haber sumado unos u$s6.000 millones, contados desde el momento en que asumió la nueva gestión.
Al martes 20 de enero el Banco Central reportó reservas internacionales brutas por u$s27.092 millones, lo que implica que la entidad que dirige Santiago Bausili, logró acumular hasta ahí sumó u$s6.075 desde el 11 de diciembre.
En febrero el gobierno ya pagó u$s781 millones de vencimientos al BCRA, y tiene vencimientos por u$s217 millones con organismos multilaterales. En marzo la entidad tiene que abonar u$s824 millones, que corresponden a u$s749 millones con multilaterales, u$s63 en letras del BCRA y u$s12 millones en títulos públicos. En el mercado se espera que el BCRA cumpla con el objetivo si se mantiene el ritmo de compras de dólares diario.