La tormenta extrema que azotó a Corrientes llegó a Buenos Aires y amenaza a otras 7 provincias

Servicios interrumpidos, calles anegadas y preocupación nacional por la intensidad de los eventos climáticos.

El diluvio catastrófico que la semana pasada sorprendió a la ciudad de Corrientes replica su intensidad sobre Buenos Aires; y si bien en el AMBA se manifestó con menos milímetros y más extendida en el tiempo, también generó que una gran cantidad de barrios y localidades terminasen bajo agua. Es que al igual que lo sucedido en la capital correntina -que en dos horas llovió 300 milímetros- en el AMBA en apenas 4 horas llovió 120 milímetros, que es equivalente a lo que suele llover en todo el mes de marzo.

Estas intensas precipitaciones mantienen en alerta a Buenos Aires, que habiendo amanecido con calles inundadas, árboles caídos, el servicio de transporte interrumpido y que tuvo que lamentar la pérdida de una vida en la localidad de Lanús, aún espera lo peor.

Hay otras siete provincias que acompañan a Buenos Aires en su preocupación ya que también aguardan tormentas excesivas y caída de granizo y comparten la alerta naranja que lanzó el Servicio Meteorológico Nacional.

La extensión territorial, la intensidad y la frecuencia de las precipitaciones severas preocupan a las autoridades locales pero también a las del resto del mundo, quienes están advertidas que estos fenómenos no sólo persistirán sino que aumentarán exponencialmente con el incremento del calentamiento global.

Los científicos llevan años advirtiendo que, a medida que el planeta se calienta, los fenómenos climáticos extremos serán cada vez más frecuentes. El prestigioso Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático concluye que “nuestros hallazgos sugieren que los impactos climáticos podrían ser mucho peores de lo que pensábamos. Las lluvias extremas serán más intensas y frecuentes. La sociedad debe estar preparada para esto”.