Intratable: Nadal volvió y arrasó en Barcelona

El español regresó a las canchas tras 102 días de inactividad y una larga lesión. Su próximo rival será De Miñaur.

Toni Nadal decía que lo importante es el flechero y no las flechas. Y Rafael Nadal (644°), pese a ya no ser el torbellino de sus comienzos que corría de un lado al otro, demostró que el gen competitivo no se le apagará jamás. En ese sentido, despejó todas las dudas que había sobre su regreso a las canchas tras una ausencia de 102 días (con una lesión en el medio) y arrasó a un impreciso Flavio Cobolli (62°) por 6-2 y 6-3 en 1h24m, en la primera ronda del ATP 500 de Barcelona.

Es lógico que alguien tan voraz como Nadal quiera intentarlo hasta el cuerpo le diga definitivamente basta. De hecho, últimamente está actuando con la mayor sensatez posible, priorizando su físico y no forzando la situación cuando realmente no están las condicionadas dadas para que salga al terreno de juego. Es por es que Rafa prefirió esperar hasta el Conde de Godó, donde ganó en 12 oportunidades, para regresar en la cancha que lleva su nombre. Antes que generar una molestia física en su abdominal en Montecarlo, priorizó jugar frente a su gente. Una que lo estaba esperando con ansias y que disfrutó del mejor tenista de la historia en polvo de ladrillo. Para dimensionar, el nacido en Manacor acumuló su victoria N° 67 en la ciudad condal y la 475ª en polvo de ladrillo.

En cuanto al juego, nada que pudiera sorprender demasiado: le costó un poco con el servicio (trató de no forzarlo para evitar problemas físicos y solo lo perdió en una ocasión), pero luego se movió sin drama por la línea de base. Nunca dudó en los intercambios largos y castigó con su derecha con efecto. También su rival colaboró para la causa, dado que al italiano se lo notó bastante nervioso desde la primera bola y cometió un sinfín de errores no forzados.

“Fue un buen comienzo, aunque no se van las dudas sobre el nivel físico el primer día. Cuando uno juega tan poco necesita ritmo en el circuito. Estoy feliz por la victoria y por jugar aquí en casa. Llevo unos meses sin poder sacar, por lo cual, aunque tenga muchísima ilusión por jugar aquí y hacerlo de la mejor manera posible, pueden pasar cosas”, comentó el español en una charla frente a los fanáticos.

Además, agregó: “Lo intenté muchas veces en mi carrera. Cada vez es más difícil. Especialmente cuando eres mayor. Estoy pasando por momentos difíciles. Al mismo tiempo, cuando puedo competir un poco, significa mucho para mí”.

De Miñaur, su próximo rival

Nadal terminó su partido, pasó por prensa y siguió su camino para completar la rutina de prevención física. Claro, tendrá menos de 24 horas de recuperación, puesto que se medirá este miércoles con Alex De Miñaur (11°) en un duelo que le supondrá otra exigencia en todos los aspectos. Pase lo que pase, Rafa -tal y como dijo él- ya ganó su partido: volver a pisar una cancha. Uno que significa mucho más que un triunfo o una derrota.