Un diamante en el escenario fue el estreno de “Francisco, el Musical”.
No podía ser más auspiciosa la temporada 2024 del Teatro Vocacional “Candilejas” en la noche del miércoles con una Sala “Luis Horacio Carbone” a pleno, colmada en su capacidad de butacas, plateas, incluso muchos espectadores observaron la obra de pie toda la puesta. Si hubiera sido con ticket (entrada), a nadie le resultaría extraño la colocación del cartel: “No hay más localidades”.
Una apuesta de un renovado elenco. La puesta en escena configura la renovación de todo el plantel de “Candilejas”, nuevos valores actorales y jóvenes en la técnica de la función (luces y sonido), elementos que auguran un excelente futuro y la vigencia en este camino de Diamante. El trabajo del vocacional sigue dando frutos, alienta a seguir este recorrido artístico y valida el sueño de sus creadores.
FRANCISCO
En relación al estreno de la obra, vale mencionar que uno hace la apreciación y observación desde lo sensorial y emotivo, y si bien existen factores que han buscado la perfecta armonía entre la textualidad, la oralidad, la gestualidad, la expresión corporal y la música, todo tuvo un denominador común: la entrega y el sentimiento puesto al servicio del espectáculo. Mensaje muy bien interpretado por el público que satisfactoriamente dio su aprobación a lo largo de la representación, y en el final con una cerrada ovación a los actores, técnicos y dirección teatral.
Antes de cualquier análisis de la interpretación, es interesante destacar que los que pisaron las tablas del teatro, en su mayoría han sido debutantes, jóvenes y artistas que han demostrado tener guardada la faceta actoral, sumado a la maestría en el acompañamiento de quien cumplía los 50 años de actuación: Manuel “Lito” Zampar; que incluso nos reflejaba en su participación la presencia de su gran maestro, Horacio Carbone, siendo un gran respaldo para quien debuta en la actuación.
Volviendo a la puesta en escena de “Francisco, el Musical”, debemos resaltar el trabajo grupal que permitió el lucimiento de la figura principal, pues para que fuera encaramado Ignacio Gayarre, para que el protagonista brille, se deben encender las luces de aquellos que secundan al actor principal, y cada uno con su participación mostró esa cualidad, esa conjunción de expresión corporal, canto y el texto. En la aparición de los personajes no se puede dejar de nombrar a quien se convierte en el amigo, hermano de evangelización de Francisco, Emanuel Vidal (Bernardo), pieza fundamental para el desarrollo atrapante de la principal figura del espectáculo.
Un renovado y actualizado mensaje del hombre de la sencillez, la alegría y el servicio combinada con canciones de autores, compositores argentinos, incluidas renovadas versiones de música cristiana como “Pescador de Hombres” y “Nadie te Ama como Yo”; permitiendo poner en escena los temas de la actualidad con una visión Franciscana, violencia de género, con la consigna “Ni una menos”, la búsqueda de la libertad y la paz, la inclusión y el llamado a la hermandad y la universalidad con el cuidado de los recursos entregados por la gracia de Dios.
Una nota más para remarcar de la obra es la interactuación con los espectadores, que inclusive en una de las escenas, los actores cantando salieron al encuentro del público ofreciendo como símbolo de esa fraternidad el pan compartido.
Otro punto destacado de la presentación de la obra ha sido la presencia de un músico, en vivo interpretando los temas seleccionados para el musical. Es bueno mencionar el aporte en ese rubro del músico y cantante José Laprovitta.
Indudablemente cuesta despegar los sentimientos en la observación de la obra, quedando a todos latentes la invitación en varias partes de saber que todos “tenemos un Francisco adentro que solo debemos dejarlo salir…” para construir como hermanos una sociedad fraterna, sencilla, brindando servicios con alegría…
Un trabajo grupal de excelencia donde se manifestó la mano del Director y creador de esta pieza teatral, Carlos Dante Ginocchi; pero no tan solo por esta función, sino por mantener viva esa inspiración de Candilejas: “Nuestra misión consiste en despertar cerebros y emocionar corazones”. En esta línea, se ha dictado un seminario para la formación actoral y escénica, que seguramente con los resultados obtenidos se continuará por ese camino.