Inglaterra sobrevivió en Gelsenkirchen y se clasificó a los cuartos de final

Bellingham apareció en el minuto 94′ para empatarlo y Kane lo ganó en el alarque ante una sorprendente Eslovaquia que acarició el batacazo.

La mejor forma de describir lo que fue el partido es rememorando el día en que Marcos Rojo salvó al seleccionado argentino con una volea de derecha ante Nigeria para sellar el pase a octavos de final a minutos del cierre. Así vivieron el partido los ingleses, que llegaban como favoritos absolutos ante Eslovaquia, pero vieron el terror de cerca cuando a los 94 minutos caían 1-0 ante el seleccionado eslovaco que se había clasificado como uno de los mejores terceros de la fase de grupos. Y Bellingham apareció para rescatar a los de Gareth Southgate. Cuando el partido se moría y tan solo quedaban dos minutos, el jugador del Real Madrid ensayó una chilena espectacular para decretar el empate en Gelsenkirchen.

Inglaterra sufrió, pero sigue en la Eurocopa

Y desde allí todo estaba dado para que Inglaterra saque el duelo adelante en el alargue. Y claro, con los silbidos reemplazados por la euforia inglesa, la mesa estaba servida. Inglaterra salió con el ánimo en las nubes y Eslovaquia con las esperanzas por el piso, esas mismas que quedarían sepultadas cuando Harry Kane decretó el 2-1 tras una serie de pifias en área eslovaca.

Inglaterra respira, pero deberá cambiar mucho su juego. Los de Gareth Southgate son muy endebles defensivamente. Los centrales no dan seguridad y Declan Rice parece no encontrar su función en la faz defensiva. A lo que se suma que los laterales atacan excepcionalmente mejor de lo que defienden. Y así se vio en el choque ante Eslovaquia, en donde los eslovacos no tuvieron que ingeniárselas demasiado para poner el 1-0. Con tan solo un par de incursiones defensivas, Ivan Schranz encontró la ventaja a los 26 minutos del primer tiempo para dar un batacazo que duró casi 70 minutos.

De mitad de cancha en adelante falta imaginación. Claro, parece ser incoherente cuando se repasa el uno por uno de los jugadores: Bellingham, Saka, Kane y compañía. Pero es la realidad, los ingleses se ven algo apáticos y predecibles. Y los que entran lo hacen en la misma sintonía. Cole Palmer, la gran figura del Chelsea, no está ni cerca del nivel mostrado con los londinenses. El más rescatable es Kobbie Mainoo, que es, sin dudas, el más rebelde dentro del once inglés.

Inglaterra sigue, golpeado y apático, pero sigue… Y deberá demostrar que es uno de los candidatos y que esa pilcha no le queda grande, algo que por el momento parece pesarle demasiado a los de Gareth Southgate.

¿La próxima parada? Suiza, un equipo con mucha más jerarquía que los eslovacos y que viene de dar uno de los golpes del torneo tras eliminar con contundencia a Italia, el vigente campeón del certamen continental.