La Academia se impuso al Tatengue con gritos de Sosa y Almendra y quedó a apenas dos puntos del líder, Huracán.
Fue un triunfo con un valor enorme para Racing. Por lo que costó. Porque el equipo venía de sufrir una dura caída ante Sarmiento y precisaba reaccionar. Porque padeció hasta el final ante un Unión que venía entonado y que no se rindió ni cuando quedó con diez por la roja a Corvalán. Y porque la victoria le permitió arrimarse al líder de la Liga, Huracán. La Academia lo ganó porque los goles se le caen de los bolsillos y porque, en su estadio, es implacable:lleva seis partidos sin caer en el Cilindro por torneo, con cinco triunfos y un empate.
El primer tiempo fue equilibrado en todas las facetas del juego:la posesión, la ocupación de espacios y la cantidad de situaciones de gol generadas. La diferencia radicó en la abundancia de los recursos que ostenta la Academia en ataque. El equipo de Costas tiene gatillo fácil. Dispone de tantas armas en materia ofensiva que no siempre precisa tener mucha elaboración para lastimar. Sufrió en los primeros minutos del encuentro, cuando el Tatengue salió a presionar con determinación y su capitán, Corvalán, estrelló un cabezazo en el travesaño. Pero rompió la paridad a través de la pelota parada en la primera situación de riesgo que generó:Sosa le ganó de arriba a Orsini tras un córner muy bien ejecutado por Almendra e hizo explotar el Cilindro.
Racing es un equipo diseñado, preparado y pergeñado para atacar, incluso cuando está arriba en el marcador. No es casualidad que sea el conjunto que más convirtió en las primeras ocho fechas de la Liga, con 17 goles, y el que más anotó en lo que va de la temporada, con 41. Una vez en ventaja no sació su apetito y fue por más. El palo y el arquero Cardozo les ahogaron gritos a Rojas y Adrián Martínez en unos primeros 45 minutos que fueron de palo y palo. Porque el conjunto de Avellaneda les imprime a sus partidos mucho ritmo, un gran nivel de intensidad, un vértigo que por momentos les da vértigo a sus propios hinchas: es tan voraz que, en su afán por atacar, por momentos deja espacios y sus defensores quedan prácticamente mano a mano con los delanteros. Así, en ese rol de bombero, se lució un Sosa muy tiempista, con cierres providenciales.
Unión empujó en el arranque del complemento y, después de remarla, llegó al empate. Pero Racing es letal y es el equipo con más poder de fuego del fútbol argentino. Todos llegan a posición de gol: los defensores, volantes y delanteros. Lo que al Tatengue le costó un esfuerzo colosal, al local le demandó un instante y, en un parpadeo, Almendra selló el segundo. Los dirigidos por el Kily González no se rindieron ni siquiera cuando quedaron con diez hombres, pero el local resistió y festejó.
A Unión se le cortó una racha de siete partidos sin caer, con cinco victorias y dos empates. La Academia ahora tendrá como desafío trascender su extraña irregularidad.
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Racing Club 3 – 0 Godoy Cruz, sábado, 20 de julio de 2024, 2da Ronda, Liga Profesional Argentina
Lanús 2 – 0 Racing Club, jueves, 13 de junio de 2024, 2da Ronda, Liga Profesional Argentina
Racing Club 1 – 0 Deportivo Riestra, sábado, 1 de junio de 2024, 2da Ronda, Liga Profesional Argentina
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