Se trata de un profesión clave para la conservación de los ecosistemas y el desarrollo del turismo. En la provincia, existen 80 especialistas formados ubicados principalmente en zona de esteros. Uno de ellos contó los detalles de su trabajo diario.
El Día Mundial del Guardaparques fue celebrado el 31 de julio en homenaje a estos profesionales comprometidos con el cuidado de los bosques, áreas protegidas, parques nacionales y estatales. En Corrientes son alrededor de 80 personas que se dedican a preservar la fauna y flora de los esteros.
Entre sus principales tareas, se encuentran la de proteger y cuidar los recursos naturales. Pero también es una profesión ligada estrictamente con el amor por la naturaleza y un espíritu docente hacia comunidades que habitan alrededor de seres vivos que no pueden defenderse
El coordinador de las tres seccionales del Portal Río Corriente, Ariel Ocampo, explicó a diario época en qué consiste la tarea. “Los guardaparques somos agentes de conservación que trabajamos en un área natural protegida. Cumplimos un rol de control y vigilancia, pero también asumimos tareas sociales como la educación ambiental en la comunidad. Incluso, otras más complejas que incluyen investigación y el monitoreo de la fauna y flora”, desarrolló el hombre de 45 años.
La profesión tiene sus particularidades, por ejemplo su jornada laboral comprende 20 días de corridos, tiempo en el que están alejados de su familia. Asimismo, sus días libres totalizan diez días de franco. “Es un trabajo que requiere mucha vocación de servicio y un gusto por el contacto con la naturaleza”, comentó el hombre de hace dos años y medios llegó al Iberá, pero hace más de diez se desempeña en la profesión.
Como en otros ámbitos laborales, existen diversas orientaciones como aquellas dedicadas a la educación ambiental o control y vigilancia. Para esta última se debe tener un buen estado físico para caminar grandes extensiones, nadar e incluso tener los carnets habilitantes de timonel para manejar lanchas.
El rol social no está alejado de la profesión. Recientemente están muy abocados a la concientización y educación para que los pobladores adopten el respeto por la naturaleza. “Es difícil cambiar la cultura de gente acostumbrada a cazar o pescar con malla”, contó. Esto también se puede lograr en charlas con alumnos de escuelas primarias y secundarias con clases didácticas que incluyen la germinación de semillas.
El área protegida del Portal Río Corriente, en los alrededores de Chavarría, abarca 200.000 hectáreas. Dentro de este total, 160.000 hectáreas son de reserva natural combinada con propiedades privadas y 40.000 son íntegramente del parque provincial, una zona cubierta por esteros. Para cubrir estas inmensas planicies, el grupo de ocho guardaparques cuenta con camionetas y lanchas.
El pasado miércoles, los guardaparques y fuerzas provinciales entraron en acción para rescatar 13 ejemplares de cardenal amarillo. El procedimiento se llevó acabo en el cruce de la Ruta Provincial Nº123 y Ruta Provincial Nº29, en la zona este del portal. Se trató de un despliegue pocas veces visto, ya que involucró a guardias de las seccionales Itatí, Capitá Miní y Río Corriente, como también a los de las seccionales Isla Disaro y Capivarí. “Se cerraron todos los accesos y se logró capturar a dos personas”, amplió Ocampo.
Los traficantes utilizan llamadores de aves, trampas y alimentos para atraer a estos ejemplares. Esta tarea les puede llevar varios días, ya que deben recorrer distintas zonas debido a que son ejemplares que están en peligro de extinción y por lo tanto su número no es abundante. Lamentablemente, estos cazadores muchas veces cuentan con la orientación de algunos pobladores.
El especialista precisó que en la provincia hay once monumentos naturales protegidos: yetapá de collar, ciervo de los pantanos, aguará guazú, oso hormiguero, mono carayá, lobito de río, capuchino iberá, yaguareté, venado de las pampas, guacamayo rojo y tordo amarillo.