Viruela del mono: el gobierno reforzó las fronteras

En lo que va del año, se registraron 5 casos confirmados del virus mpox, de 39 notificados. A su vez, no se informaron fallecimientos, así como tampoco se identificó algún contagio de la nueva variante clado 1

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el jueves al virus mpox, conocido como viruela del mono, como un evento de salud pública internacional, por lo que el Gobierno nacional reforzó las medidas de prevención y los controles en todos los puntos fronterizos para identificar rápidamente casos sospechosos y evitar su propagación; sobre todo, tras la identificación de la nueva variante del virus: clado 1, que es más peligrosa y contagiosa

A través de un comunicado, el Ministerio de Salud de la Nación informó que desde la cartera se priorizan las acciones de vigilancia epidemiológica para la detección, diagnóstico precoz, atención adecuada e implementación de medidas de aislamiento y rastreo de contactos de posibles casos.

Además, el Gobierno indicó que se fortalecieron las recomendaciones que reciben todos los referentes de las fronteras —de los puntos de entradas terrestres, puertos y aeropuertos— para extremar los cuidados y dar una alerta temprana en el caso de que se identifiquen casos sospechosos. Todo esto se realizó según las guías del Reglamento Sanitario Internacional.De acuerdo con el último boletín epidemiológico nacional, emitido el 12 de agosto, en lo que va del año se confirmaron un total de 5 casos, de los 39 notificados —24 casos fueron descartados y otros 10 permanecen bajo estudio—. Hasta el momento, no se han reportado fallecimientos. Por el momento, la nueva cepa no fue identificada en ningún país del continente. De igual forma, el Gobierno señaló que sigue de cerca la evolución del virus a nivel mundial.

En este contexto, el Gobierno nacional recordó cuáles son los síntomas más comunes del virus, tales como las lesiones en la piel, que comienzan siendo planas y luego se llenan de líquido. Tras esto, las llagas se transforman en costras que se desprenden y, por debajo, se forma una capa nueva de piel.

Estas lesiones pueden ubicarse en regiones genitales, paragenitales o perianales, la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies y/o el tronco. Pueden
presentarse de poca cantidad y localizadas, o en mayor cantidad, dispersas por todo el cuerpo.

Otras de las manifestaciones físicas más frecuentes son dolor o sangrado anorrectal, inflamación de ganglios, fiebre, dolor de cabeza, muscular o de espalda, cansancio y decaimiento.

Los síntomas pueden durar entre dos y tres semanas y, por lo general, desaparecen por sí solos o tras recibir medicamentos para el dolor o la fiebre.

En ese sentido, el Gobierno recordó también que aquellas personas que hayan tenido contacto con alguna persona que tiene viruela sísmica o, por lo menos, lo sospecha deberán hacer una consulta temprana, así como también evitar encontrarse con otras personas hasta que los síntomas hayan desaparecido.

El avance de la viruela sísmica en el mundo
Actualmente, el foco infeccioso a nivel internacional se encuentra en la República Democrática del Congo (RDC), donde se han registrado 548 muertes en 2024 por esta enfermedad y 15.664 casos potenciales.

Por esto mismo, el Gobierno congoleño ha puesto en marcha una respuesta en torno a tres pilares principales: la “sensibilización y la movilización comunitaria” a través, por ejemplo, de dispositivos de vigilancia epidemiológica; la “prevención sanitaria” mediante un “plan nacional estratégico de vacunación”, entre otros; y la “movilización de recursos” internacionales de organismos como la Unión Africana (UA).

La OMS declaró a la viruela del mono como un evento de salud pública internacional (Carsten Koall/Dpa)
Frente a esto, la OMS advirtió sobre la posibilidad inminente de que se detecten brotes de mpox en Europa, gracias a la nueva variante identificada: clado 1. Suecia, por ejemplo, ya reportó un caso de esta cepa, que es más peligrosa y contagiosa.

En 2024 se ha registrado un aumento de 160% del número de casos respecto al año anterior. Esta es la segunda vez en dos años que se considera que esta enfermedad infecciosa puede convertirse en una amenaza sanitaria internacional, una alerta que se levantó en mayo del año pasado tras el brote global desatado en 2022, cuando se estimó que la situación estaba bajo control tras contenerse su propagación.