Manuel Adorni, portavoz presidencial, criticó a los organizadores de la protesta general del miércoles. La medida fectará trenes, subtes, aviones y barcos, y frenará varias actividades.
En la antesala del paro general de transporte convocado para este miércoles 30, el Gobierno nacional lanzó una dura crítica contra los sindicalistas que promueven la medida, a quienes catalogó como “privilegiados” que se niegan a renunciar a su poder. Lo expresó hoy, martes 29, desde Casa Rosada.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, calificó la protesta como un lujo reservado para unos pocos: “Esta semana, los que paran son los privilegiados, quienes pueden permitirse el lujo de detener su trabajo”.
Durante su conferencia de prensa, destacó la existencia de “dos Argentinas”: una de quienes realmente trabajan y otra de la élite que se aferra a sus beneficios, a expensas del bienestar general. Antes de abrir el espacio para preguntas, el funcionario atacó a los sindicatos que participarán en el paro.
Mencionó específicamente a los gremios de aeronavegantes y pilotos, representados por Pablo Biró, a quienes acusó de resistirse a perder privilegios como los pasajes gratuitos en clase ejecutiva para ellos y sus familias.
Asimismo, Adorni se dirigió al sindicato de Pablo Moyano, aludiendo a su defensa de los intereses de unos pocos en detrimento de la mayoría. También criticó a los representantes sindicales de la AFIP por intentar mantener “los privilegios de los cargos hereditarios” y a ATE, que se opone a los exámenes de idoneidad. La Unión Ferroviaria, en su opinión, defiende un servicio de calidad inferior al de hace medio siglo.
Para reforzar su argumento, el portavoz afirmó: “Si el Gobierno no tuviera a representantes de intereses sectoriales protestando frente a sus oficinas, eso indicaría que no solo está haciendo mal su trabajo, sino que también le está fallando al pueblo argentino”.
El paro de 24 horas que comenzará a medianoche es impulsado por la Mesa del Transporte, aunque también contará con el apoyo de sindicatos de diversas actividades, incluyendo estudiantes universitarios y movimientos sociales, que planean realizar 500 cortes de calles y asambleas en todo el país, desafiando el protocolo antipiquetes del Gobierno.
Por otro lado, la confirmación de que los choferes de colectivos de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) no participarán en la huelga inicial del día 30 (y finalmente lo harán el jueves) llevó a los organizadores a implementar una estrategia de reclutamiento desde la semana pasada para atraer a otros sectores y mantener la fuerza de la protesta.
Entre los gremios que se sumaron a esta jornada se encuentran la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).
La Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FEMPINRA) también anunción que varios servicios vinculados con el sector portuario, como el embarque, el movimiento de contenedores y el suministro de combustible, se verán afectados.