El dato fue anunciado esta mañana por la Justicia de Córdoba, que reinició la causa para esclarecer el asesinato cometido en noviembre de 2006. El nuevo sospechoso ya fue imputado e indagado.
18 años después, la Justicia cordobesa anunció un hallazgo clave en la nueva investigación por el crimen de Nora Dalmasso, asesinada el 25 de noviembre de 2006 en el country Villa Golf de Rio Cuarto.
En las últimas horas, la Unidad Fiscal Especial a cargo del fiscal Pablo Javega anunció que “una persona de sexo masculino figura como aportante compatible con las huellas genéticas recolectadas en cinto de bata que fuera ubicado anudado en el cuello de la víctima y de vello secuestrado en zona inguinal de la misma”, apuntó un comunicado del MPF cordobés emitido esta mañana.
Es decir, hay un rastro genético, encontrado en la ropa y el cuerpo de Dalmasso, que llevó a un nuevo sospechoso. “Su nombre se conoce desde el inicio del expediente”, continúan fuentes judiciales.
Este sospechoso no pertenece a la familia, aseguran las mismas fuentes. Según el mismo comunicado, este hombre ya fue identificado, imputado e indagado en el expediente, donde presentó un abogado defensor.
El nuevo dato fue descubierto tras una colaboración entre el Ministerio Público Fiscal y el Centro de Genética Forense del Poder Judicial de Córdoba junto al National Center for Forensic Science, de la Universidad de Florida, Estados Unidos, además del apoyo del Ministerio de Justicia del gobierno de la Provincia de Córdoba.
Sexo consentido”
Macarrón había llegado al banquillo en los tribunales de Rio Cuarto por un delito aberrante: haber sido el instigador del homicidio de su esposa y haber contratado a un sicario para matarla mientras él disputaba un torneo de golf en Punta del Este, Uruguay.
Finalmente, fue declarado absuelto por un jurado popular en julio de 2022, luego de un proceso maratónico que duró más de tres meses donde declaró, por ejemplo, su hijo Facundo.
El mismo fiscal Julio Rivero admitió durante su alegato: “No puedo acusar por acusar. No puedo sostener que la mató un sicario, no sólo porque no existe prueba de eso, sino porque hay pruebas de que la víctima tuvo sexo consentido. El sexo consentido echa por tierra un acuerdo criminal”.
Justamente, durante el juicio la declaración de los testigos científicos fue clave en este punto, y también controvertida. El perito Mario Subirach y el forense Mario Vignolo sostuvieron coincidieron en que hubo un acto sexual consentido justo antes del homicidio y que no fue un asesinato premeditado, descartando así la hipótesis de un sicario contratado por un instigador.
La familia de Dalmasso es querellante en la nueva causa: Marcelo Macarrón, que fue absuelto del crimen en un juicio realizado en 2022, ya declaró como testigo meses atrás.