Artistas del vecino país despliegan su talento cada noche, es parte del payé integrador del chamamé que, como dice Julián Zini en Memoria de la Sangre, “arisca y dulcemente bandea las fronteras y te obliga a sentirte lo que sos”.
Que el chamamé es una fuerza integradora es un hecho comprobado. Se trata de ese conjuro musical que “arisca y dulcemente bandea las fronteras y te obliga a sentirte lo que sos”, escribieron Julián Zini y Julio Cáceres en Memoria de la Sangre. Así es como esa raíz guaraní compartida con paraguayos y brasileños configura la amplia nación chamamecera que no reconoce los límites formales y se retroalimenta con aportes que provienen de tiempos ancestrales.
Durante todas las jornadas hay artistas que se presentan con su bagaje de temas propios y con excelentes versiones de los chamamés correntinos de todos los tiempos. No hay límites de edad porque lo prueban la juvenil fuerza de Jazmín del Paraguay o la excelencia de la orquesta Tierra Noble que desplegaron su talento en varias jornadas sobre el escenario Sosa Cordero.
Ese lazo se ratifica en el hecho de que los organizadores rinden homenaje a José Asunción Flores como creador de la guarania que también es considerada, al igual que el chamamé, patrimonio inmaterial e intangible de la humanidad, a través de un muy buen montado espectáculo a cargo del Ballet Oficial de la Fiesta.
Perfume de juventud
Cuando Jazmín Luján Sanabria Ojeda sube al escenario es garantía de entusiasmo. De esa forma, esta adolescente paraguaya que copa las redes sociales interpretando polkas, guaranias y galoperas se presentó ante los correntinos.
Con un repertorio que mezcló clásicos paraguayos como “Malvita” y “Pájaro Campana”, con creaciones como “Bailemos Polca”, también le puso su impronta a “Niña del Ñangapirí” y “Un chamamé”.
Los integrantes de Tierra Noble hicieron clásicos. Este conjunto de Pilar, capital del departamento Ñeembucú, limítrofe con Corrientes, inició con una serie de polkas como “Chokokue Kera”, “Koeti Jave”, “La última letra” y “Che la reina”.
Después rindieron homenaje a los creadores románticos del chamamé con “Bañado Norte”, “Cañada Fragosa”, “Mi última flor”, “Mirame”, “Carreta guy”, “Puerto Tirol”, “El gato moro” y cerraron con una polca muy tradicional como “Ne rovetame virgen querida”.