Paneles solares verticales: energía renovable que no compromete la agricultura

Una tecnología innovadora promete revolucionar la producción de electricidad en el campo, protegiendo cultivos y optimizando tierras agrícolas. Investiga New Scientist

En un mundo donde la demanda de energía verde crece a la par que las necesidades alimentarias, surge una solución innovadora: los paneles solares verticales.

Como menciona New Scientist, esta tecnología no solo genera electricidad limpia, sino que también protege los cultivos y optimiza el uso de las tierras agrícolas, resolviendo problemas comunes de las instalaciones solares tradicionales.

Innovación tecnológica en el campo

Los paneles solares bifaciales, diseñados para capturar energía por ambas caras, se colocan en filas verticales en los campos agrícolas, orientados hacia el este y el oeste.

Esta disposición permite que generen electricidad durante las mañanas y las tardes, períodos de alta demanda eléctrica. Además, actúan como rompevientos, protegiendo a los cultivos del impacto de corrientes de aire y contribuyendo a la conservación de la humedad en el suelo.

Según Marta Victoria, investigadora de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, esta técnica resuelve varios inconvenientes asociados con los paneles tradicionales inclinados, como el sombreado excesivo que limita el crecimiento de las plantas y la competencia por el espacio destinado a cultivos o pastoreo

“Colocar los paneles de manera vertical deja el máximo espacio del campo libre para la agricultura”, explica Victoria, quien lidera investigaciones en esta área.

Un estudio piloto con resultados prometedores
En un experimento llevado a cabo en Dinamarca, los investigadores instalaron un sistema de 44,4 kilovatios de paneles bifaciales sobre campos de trigo de invierno y trébol.

Los paneles, colocados a 50 centímetros del suelo y con una altura máxima de 3 metros, permitieron evaluar los efectos de esta tecnología tanto en la generación de energía como en el rendimiento agrícola.

El estudio, de un año de duración, arrojó varios resultados positivos:

Reducción del viento: las velocidades promedio del viento disminuyeron en un 50 % en comparación con un campo sin paneles.
Mejora en la humedad del suelo: el microclima más estable contribuyó a conservar la humedad.
Sin impacto en el rendimiento de los cultivos: la cosecha fue equivalente a la de un campo de control.

Aunque la electricidad generada por estos paneles fue menor que la de un sistema inclinado convencional, la producción coincidió con los horarios de mayor consumo energético, maximizando su utilidad.

Ejemplos comerciales y perspectivas globales
La agrovoltaica vertical no es solo un concepto experimental. Empresas como Next2Sun en Alemania ya han implementado proyectos comerciales con paneles verticales y desarrollado cercas solares para agricultores.

Estas iniciativas muestran que la tecnología puede ser viable a gran escala y adaptarse a las necesidades del sector agrícola.

Greg Barron-Gafford, de la Universidad de Arizona, ha señalado que los paneles solares verticales son especialmente efectivos en latitudes altas, donde el sol está más bajo durante el invierno.

Este enfoque podría revolucionar el uso de energías renovables en regiones con estaciones marcadas y condiciones climáticas extremas.

Desafíos a superar
A pesar de los avances, todavía existen retos por resolver. Por ejemplo, cultivos más altos que 50 centímetros pueden verse afectados por el sombreado de los paneles, lo que limita la elección de plantas en ciertos campos

Además, se necesitan investigaciones adicionales para evaluar el rendimiento del sistema durante fenómenos climáticos extremos, como tormentas o sequías, y su impacto en cultivos de alto valor comercial, como vides y bayas.

Un paso hacia la sostenibilidad

La integración de paneles solares verticales en la agricultura representa una solución innovadora para combinar la producción de alimentos con la generación de energía limpia.

Este enfoque no solo refuerza la sostenibilidad, sino que también permite a los agricultores contribuir activamente a la transición energética global sin sacrificar su productividad.

Mientras los estudios y las aplicaciones comerciales avanzan, queda claro que esta tecnología tiene el potencial de transformar tanto la agricultura como el sector energético, marcando un camino hacia un futuro más verde y eficiente.