Se trata de una joven de 18 años, sin antecedentes de viaje, pero que reside en cercanías a los ya detectados
El Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires confirmó a Infobae un cuarto caso de sarampión dentro del territorio porteño. Se trata de una adolescente de 18 años que no tiene antecedentes de viaje, pero reside en cercanías de los identificados previamente. “La detección de estos casos ha activado una serie de medidas sanitarias con el objetivo de contener la propagación del virus y reforzar la vacunación en la comunidad”, señalaron. Vale recordar que, en los primeros días de febrero, desde el Ministerio de Salud nacional se había emitido una alerta epidemiológica tras la detección del primer afectado.
De acuerdo a las autoridades sanitarias porteñas, el 29 de enero se confirmó el primer caso de sarampión en una niña de 6 años, con antecedente de viaje a Rusia, Vietnam, Emiratos Árabes y Brasil. En tanto, el 5 de febrero se registró una segunda afectada: su hermana de 20 meses. “En estos dos casos no fue posible constatar el antecedente de vacunación contra la enfermedad”, advierten. Al tiempo que, el 14 de febrero, se identificó un tercer afectado, un adulto de 40 años, residente de la comuna 14, también “en cercanía a los dos casos confirmados anteriormente”.
Por su parte, la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) emitió una alerta epidemiológica, ya que el sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa, que puede generar complicaciones graves, especialmente en niños menores de cinco años, personas inmunocomprometidas o desnutridas. Entre las posibles consecuencias para la salud se incluyen neumonía, encefalitis y ceguera, entre otras. La vacunación es la herramienta fundamental para prevenir la propagación del virus
Cuarto caso confirmado: una adolescente sin antecedentes de viaje.
El cuarto caso confirmado en la ciudad fue reportado el 21 de febrero de 2025. Se trata de una adolescente de 18 años que comenzó con fiebre el 19 de febrero y, dos días después, desarrolló conjuntivitis, un síntoma característico de la enfermedad. Ante la sospecha de sarampión, se realizaron pruebas diagnósticas ese mismo día, cuyos resultados corroboraron la presencia del virus, señalaron desde la cartera sanitaria porteña.
Según indica el informe del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, “ante esta sintomatología, sumado al antecedente epidemiológico de probable contacto con casos confirmados, se tomaron las muestras adecuadas ese mismo día (hisopado nasofaríngeo y sangre)”.
Se detectaron secuencias genómicas del virus de sarampión, lo que confirmó el diagnóstico”, explicaron en un comunicado al que tuvo acceso Infobae. Y destacaron que “la paciente tiene seguimiento clínico en forma ambulatoria”. Asimismo, advirtieron que “en la historia clínica electrónica, se refiere vacunación completa
En cuanto a los casos previos, destacaron que el tercer caso, que “refirió vacunación completa”, el 10 de febrero comenzó con tos, “agregando fiebre y exantema el 12 de febrero”. “El resultado de los estudios de laboratorio arrojó IgM negativa con IgG positiva en suero y detección de genoma viral del virus del sarampión en orina”, con lo cual se logró confirmar la infección mediante los resultados de laboratorio.
Ante la confirmación de los casos de sarampión, el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires implementó diversas medidas para frenar el brote y reforzar la inmunización en la comunidad. Se ampliaron los horarios de los vacunatorios y, en hospitales clave como el Durand y el Santojanni, se incorporó la vacunación durante los fines de semana. Además, se desplegó la Unidad Sanitaria Móvil en puntos estratégicos para facilitar el acceso a la vacuna.
Se están realizando acciones de sensibilización en las zonas con mayor riesgo, así como una revisión del estado de vacunación escolar en colaboración con el Ministerio de Educación, para asegurar que los estudiantes con esquema incompleto reciban la vacuna antes del ciclo escolar.
La vacunación es la herramienta más efectiva para prevenir el sarampión y evitar brotes en la comunidad. La inmunización con la vacuna triple viral no solo protege a quienes la reciben, sino que también ayuda a reducir la circulación del virus, protegiendo a los grupos más vulnerables, como lactantes menores de un año y personas con inmunosupresión”, recalcaron desde la cartera porteña, al tiempo que destacaron la importancia de contar con el esquema de vacunación completo. Quiénes y cuándo deben vacunarse:
Niños de 12 meses a 4 años: una dosis de la vacuna triple viral.
Mayores de 5 años, adolescentes y adultos: dos dosis de vacuna doble o triple viral.
Personas nacidas antes de 1965: se consideran inmunes.
Se están realizando acciones de sensibilización en las zonas con mayor riesgo, así como una revisión del estado de vacunación escolar en colaboración con el Ministerio de Educación, para asegurar que los estudiantes con esquema incompleto reciban la vacuna antes del ciclo escolar.
“La vacunación es la herramienta más efectiva para prevenir el sarampión y evitar brotes en la comunidad. La inmunización con la vacuna triple viral no solo protege a quienes la reciben, sino que también ayuda a reducir la circulación del virus, protegiendo a los grupos más vulnerables, como lactantes menores de un año y personas con inmunosupresión”, recalcaron desde la cartera porteña, al tiempo que destacaron la importancia de contar con el esquema de vacunación completo. Quiénes y cuándo deben vacunarse:
Niños de 12 meses a 4 años: una dosis de la vacuna triple viral.
Mayores de 5 años, adolescentes y adultos: dos dosis de vacuna doble o triple viral.
Personas nacidas antes de 1965: se consideran inmunes.
Los síntomas del sarampión suelen manifestarse entre 10 y 14 días después de la exposición al virus. Según detalló la OMS, los primeros signos, que suelen extenderse entre 4 y 7 días, incluyen:
Fiebre
Rinorrea (secreción nasal)
Tos
Ojos llorosos y enrojecidos
Pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas.
En tanto, la erupción cutánea característica de la patología comienza entre 7 y 18 días después de la exposición, generalmente en el rostro y la parte superior del cuello, para luego propagarse durante unos 3 días, hasta llegar a las manos y los pies. “Por lo general, dura entre 5 y 6 días hasta que se desvanece”, detallan desde la OMS