El vicepresidente deportivo del organismo, Robert Reid, dejó su cargo y apuntó contra el presidente, Mohammed Ben Sulayem.
El vicepresidente deportivo de la FIA, Robert Reid, presentó este jueves su renuncia al cargo y lo hizo con duras críticas hacia la gestión del actual presidente del organismo, Mohammed Ben Sulayem
En un comunicado difundido en su cuenta de X (ex-Twitter), expresó su decepción con el rumbo institucional de la federación: “Asumí este cargo para contribuir a una mayor transparencia, una gobernanza más sólida y un liderazgo más colaborativo. Ya no puedo, según mis principios, seguir formando parte de un sistema que ya no los refleja”.
Reid había sido designado en diciembre de 2021, cuando Ben Sulayem asumió al frente del ente rector del automovilismo.
La FIA está en el centro de la polémica. Esta vez, por una serie de medidas impulsadas por Ben Sulayem, que buscan sancionar el uso de lenguaje inapropiado y declaraciones políticas. A partir de 2025, los pilotos podrían ser suspendidos si repiten estas conductas.
Max Verstappen, actual campeón de la Fórmula 1, optó por el silencio en una conferencia de prensa de la FIA el año pasado, luego de recibir una sanción. La tensión también se hizo sentir en el Mundial de Rally, donde los pilotos decidieron boicotear entrevistas en protesta por una multa aplicada a un colega que dijo una mala palabra frente a las cámaras.
Robert Reid, ex copiloto y figura del rally, no es el único dentro de la FIA que critica cómo se está manejando la situación.
El mensaje del vicepresidente de la FIA en sus redes sociales
“Asumí este cargo para contribuir a lograr una mayor transparencia, una gobernanza más sólida y un liderazgo más colaborativo. Con el tiempo, esos principios se han dejado de lado cada vez más y ya no puedo, de buena fe, seguir siendo parte de un sistema que ya no los refleja. Alejarme no fue fácil, sin embargo, quedarme habría significado comprometer lo que creo. Se trata de principios, no de política. El deporte motor merece un liderazgo arraigado en la integridad, la responsabilidad y el respeto por el proceso. Ese es el estándar mínimo que todos deberíamos esperar y exigir”.