Qué ahorra más: dejar el aire acondicionado encendido o apagarlo antes de salir de casa

El uso eficiente de este electrodoméstico depende del tiempo de ausencia en el hogar y del tipo de aparato instalado. Además, es clave programar temperaturas entre 24°C y 26°C para reducir el gasto y contar con tecnología invertir

En muchas casas, el verano plantea una pregunta frecuente: ¿qué conviene más, dejar el aire acondicionado encendido al salir o apagarlo? La inquietud surge por la necesidad de encontrar el equilibrio entre confort y ahorro energético, sobre todo en contextos donde el precio de la luz es elevado.

La respuesta no es absoluta, porque distintos factores influyen en el consumo energético de estos electrodomésticos. Las características del dispositivo, la duración de la ausencia y la temperatura seleccionada en el termostato condicionan cuál es la opción más conveniente en cada caso.

Expertos y empresas especializadas como Repsol, coinciden en que comprender el funcionamiento del aparato y adoptar ciertas pautas de uso, es esencial para optimizar su rendimiento.

Cuándo conviene dejar encendido el aire acondicionado y cuándo no

El hábito de mantener el aire acondicionado funcionando mientras nadie está en casa parece cómodo, pero implica un gasto eléctrico continuo que no se traduce en un beneficio directo.

Expertos de Repsol explican: “Si vas a ausentarte durante ciertas horas, sí te recomendamos que lo apagues del todo para no generar un consumo eléctrico continuo innecesario”. Mantener el aparato operativo cuando no se ocupa el espacio incrementa la demanda energética sin aportar confort durante ese lapso.

En cambio, para estancias breves fuera de casa, puede ser útil dejar el aparato encendido si se busca regresar y mantener una temperatura constante.

Sin embargo, el uso responsable aconseja optar por sistemas de temporización o programación, que permiten regular el encendido y apagado automático del aparato. De esta manera, se evita el sobreesfuerzo del aparato y se limita el gasto de electricidad, sobre todo en situaciones donde la ausencia es corta.

De qué forma encender y apagar el aire acondicionado afecta el consumo

Existen mitos sobre si es mejor dejar el aparato encendido de forma constante o apagarlo cada vez que se sale de casa. Los especialistas aclaran: “Es preferible alcanzar la temperatura adecuada poco a poco y de forma paulatina para que el consumo energético no se dispare”.

Apagar y encender el aire repetidamente sí puede causar que el aparato haga un sobreesfuerzo, sobre todo si se pone en funcionamiento a máxima potencia cada vez que se utiliza.

El consumo tiende a ser menor cuando la climatización se realiza de manera estable y programada. Para quienes están entrando y saliendo de casa con frecuencia, lo indicado es utilizar la función de programación horaria o regular el termostato, asegurando que el aire trabaje en un rango eficiente sin provocar picos de consumo.

A qué temperatura es necesaria programar el termostato

La temperatura seleccionada en el termostato es uno de los factores clave que influyen en el consumo del aire acondicionado. Según datos de Repsol, “por cada grado que reduzcas el termostato de tus equipos, aumentarás entre un 7 y un 8% el consumo de energía y, en consecuencia, el importe de tu factura eléctrica”.

La diferencia en el gasto se vuelve considerable si se eligen temperaturas muy bajas de forma sostenida. Las pautas de expertos sugieren programar el aire acondicionado entre 24°C y 26°C durante el verano.

Dejar el selector debajo de 20°C no solo incrementa el gasto de energía, sino que puede generar un contraste térmico poco saludable con el exterior. Mantener el termostato en niveles moderados permite un ahorro efectivo, sin sacrificar el bienestar dentro del hogar.

Por qué es útil comprar aparatos inverter realmente para ahorrar energía

La tecnología inverter es una de las principales innovaciones en materia de eficiencia energética aplicada a la climatización. Repsol detalla: “La tecnología inverter está ligada totalmente a la eficiencia de los aparatos”.

Los electrodomésticos tradicionales sin inverter funcionan activando y desactivando el compresor a máxima potencia, lo que genera picos de consumo eléctrico en cada arranque.

Por el contrario, los dispositivos inverter regulan la velocidad del compresor de manera automática, manteniendo la temperatura interna constante y evitando encendidos y apagados que demandan más electricidad.

A largo plazo, esta tecnología ofrece una reducción notable en el gasto energético y se acompaña de un funcionamiento silencioso.