El entrenador de Racing perdió la paciencia tras el empate frente a Tigre, cuando un penal sancionado a instancias del VAR en los últimos minutos derivó en su expulsión. Reavivó las quejas por fallos arbitrales como en la primera fecha ante Barracas Central.
Racing se quedó con bronca en Avellaneda. Cuando el equipo de Gustavo Costas parecía encaminarse a una victoria ajustada frente a Tigre, un penal sancionado a instancias del VAR por Darío Herrera, a tan solo cuatro minutos del final, le dio al ‘Matador” de Victoria la posibilidad de igualar el encuentro.
La decisión desató la furia del entrenador académico, que no ocultó su enojo y, a los gritos de “ladrón, ladrón”, terminó siendo expulsado.
La escena recordó inevitablemente a lo ocurrido en la primera fecha del torneo, cuando Barracas Central le arrebató puntos a Racing en una situación similar, también sobre el cierre y en medio de decisiones arbitrales.
En esta oportunidad, el gol desde los doce pasos volvió a privar a la Academia de sumar de puntos, dejando un sabor amargo en un plantel que ve, otra vez, cómo un resultado favorable se escapa en los instantes finales.