Europa prepara garantías de seguridad para Ucrania

Pendientes del aval de Estados Unidos

Funcionarios franceses insisten en la urgencia de definir el respaldo político y técnico de aliados internacionales frente a posibles amenazas futuras

Funcionarios de la presidencia francesa han afirmado que Europa está lista para contribuir con garantías de seguridad para Ucrania una vez se logre un acuerdo de paz con Rusia. Este esfuerzo requerirá el respaldo de Estados Unidos, reflejando la diversidad de posiciones que domina el escenario diplomático internacional en torno al conflicto, según información de la oficina del presidente Emmanuel Macron.

La noticia surge en la previa de una reunión convocada para el jueves en París. Allí, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky se reunirá con una treintena de miembros de la llamada Coalición de Voluntarios, junto a otros líderes europeos, de los cuales estará Macron, quien copresidirá el encuentro junto al primer ministro británico Keir Starmer. El objetivo principal es definir los próximos pasos sobre la seguridad de Ucrania ante amenazas futuras, según mencionó la agencia AFP.

De acuerdo con funcionarios de la oficina del Elíseo, el esfuerzo conjunto, cuya arquitectura técnica ya está casi finalizada, busca articular una respuesta consensuada y duradera de garantías de seguridad para Ucrania.

Los representantes franceses insisten en que “el mensaje esencial” será la disposición inmediata de los europeos para implementar este esquema de garantías.

Asesores del presidente Macron precisaron que, como complemento a esa consolidación, se evalúa el despliegue de una fuerza internacional de seguridad en las denominadas zonas de no contacto dentro del territorio ucraniano, con el fin de disuadir cualquier nueva agresión rusa, según detalló Euro News.

El funcionario de la presidencia francesa manifestó la voluntad de avanzar en este compromiso siempre que Estados Unidos se involucre activamente.

Desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump fue enfático: los europeos deberán asumir la mayor parte de las garantías para Ucrania. Aunque él se muestra dispuesto a ejercer un papel de “backstop”, ha expresado que Estados Unidos no enviará tropas a Ucrania, limitando así su participación a ámbitos más indirectos, lo que determina las expectativas de sus aliados.

El marco técnico descansa en dos ejes: consolidar a largo plazo las capacidades de las fuerzas armadas ucranianas y establecer fuerzas internacionales que generen una atmósfera efectiva de disuasión operativa en áreas necesarias. Toda esta infraestructura tiene como fin frenar cualquier potencial agresión rusa.

Desde el entorno de Emmanuel Macron insisten en un enfoque que aporte apoyos inmediatos y claramente definidos para Ucrania, legitimados por Europa y, en la medida de lo posible, también por Estados Unidos.

Las ofensivas con drones contra refinerías rusas generan alzas de precios
Mientras los gobiernos europeos y Estados Unidos debaten el alcance de las garantías de seguridad y las condiciones para proteger a Ucrania ante futuras agresiones, en el terreno militar, Kiev intensifica una ofensiva estratégica contra la infraestructura energética rusa. Esta dinámica añade una presión adicional en el contexto diplomático, al afectar directamente la capacidad de abastecimiento y maniobra económica de Moscú.

Los persistentes ataques de drones ucranianos contra instalaciones petroleras y de gas rusas han inhabilitado aproximadamente una quinta parte de la producción de combustible, generando situaciones críticas en ciertas regiones. Esta ofensiva afectó más de una decena de refinerías en áreas como Volgogrado, Krasnodar, Samara, Rostov y Sarátov, y dañó oleoductos internacionales como el Druzhba y terminales portuarias en el Báltico, como Ust-Lugá.

Los bombardeos, iniciados de forma intensiva en los primeros meses de 2024, buscan dificultar el suministro de combustible a las fuerzas armadas rusas. Solo en los últimos meses, se registraron daños en las refinerías Afípskaya y Slaviánskaya en Krasnodar, Kúibishevskaya y Novokúibishevskaya en Samara, y la refinería de Novoshájtinsk en Rostov, que ardió durante tres días tras un ataque.

La refinería Kúibishevskaya, con una capacidad anual de 7 millones de toneladas, ya reportó daños que afectaron seriamente la producción de gasolina y diésel en 2024.

Como resultado, se observó un incremento sostenido en los precios de la gasolina en Rusia, con valores actuales entre 57,88 y 64,96 rublos por litro (0,73-0,82 dólares), y una proyección de alza adicional en septiembre.

Aunque el Kremlin insiste en que el suministro interno está asegurado, el gobierno decidió prohibir la exportación de gasolina hasta finales de octubre, una medida renovada que responde al desequilibrio entre demanda interna y exportaciones motivado por los altos precios globales y las restricciones impuestas desde 2023.

Analistas del Instituto de Estudios de la Guerra (ISW) anticipan que la situación profundizará la inflación, debilitará el rublo y generará mayor inestabilidad macroeconómica en Rusia, debido a la combinación de precios elevados, política crediticia restrictiva y pagos crecientes en el sector de defensa.

Paralelamente, Ucrania ha atacado en varias ocasiones el oleoducto Druzhba, que suministra petróleo a Hungría y Eslovaquia, países que mantienen una postura crítica a las políticas de Bruselas.