La Legislatura porteña sancionó una nueva norma que endurece las sanciones por crueldad, abandono y cría ilegal de animales. Incluye arresto, trabajo comunitario y la creación de un registro público de personas condenadas que no podrán volver a tener contacto con animales
La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó una nueva ley que modifica el Código Contravencional y de Faltas para endurecer las sanciones en casos de maltrato animal. La normativa fue presentada por el legislador Emmanuel Ferrario, del bloque Volver al Futuro, y además de las multas establece el trabajo comunitario obligatorio y posibilidad de arresto para quienes hostiguen, abandonen o mantengan animales en condiciones inadecuadas. También incorpora nuevas contravenciones, como el abandono de animales dentro de vehículos y la cría ilegal.
Durante el debate en el recinto, Ferrario defendió la iniciativa destacando la necesidad de actualizar las sanciones vigentes. “En los últimos cuatro años hubo 12 mil casos de maltrato animal en la Ciudad y las penas eran irrisorias; hoy estamos subiendo las sanciones y creando un registro de maltratadores”, sostuvo. Además, advirtió: “Este es un primer gran paso, pero no alcanza: le pido al Gobierno de la Ciudad que gobierne con datos y cuide sus palabras, porque las palabras crean realidades”.
Actualmente, en Buenos Aires viven alrededor de 860 mil perros y gatos, una cifra que supera la cantidad de niños de hasta 10 años. En cuatro de cada diez hogares se convive, al menos, con un animal. En ese contexto, la sanción de esta ley busca reforzar el control y la prevención frente a situaciones de crueldad o abandono. Es también la primera norma aprobada dentro del paquete legislativo denominado “Ley Huellas”, que prevé reformas futuras en materia de bienestar animal.
Más sanciones, un registro y nuevas figuras legales
La nueva legislación porteña forma parte de un proyecto más amplio denominado Ley Huellas, impulsado por Ferrario junto a organizaciones proteccionistas y especialistas en bienestar animal. “Este proyecto fue construido junto a más de 250 organizaciones, especialistas y activistas. Es una deuda saldada con quienes trabajan hace años, muchas veces en soledad, cubriendo la ausencia del Estado”, destacó Ferrario, quien asegura que su objetivo es reforzar el marco normativo para combatir el maltrato animal en la Ciudad de Buenos Aires, sumando herramientas jurídicas concretas y ampliando las conductas sancionables.
Uno de los ejes centrales de la norma es la creación del Registro de Maltratadores de Animales, que alcanzará a las personas que tengan sentencia firme por la cría ilegal de animales, abandono o maltrato. “Una vez que hay un fallo firme de la Justicia, se los va a poner en el registro, que estará bajo la órbita de la Cámara de Apelaciones en lo Contravencional y de Faltas”, le explica Ferrario a Infobae. Ese registro será de acceso público, y la inclusión en él implicará “la inhabilitación para convivir o trabajar con animales”.
El legislador también remarcó la función preventiva de esta herramienta: “La idea no es solo castigar, sino prevenir. Por eso el registro es clave: evita que personas violentas vuelvan a estar cerca de animales”. Además, lo recaudado a través de las multas se destinará a programas de bienestar animal del Gobierno porteño. También explicó su alcance respecto a la ley penal nacional, de 1954: “Siempre que la conducta configure un delito previsto en la Ley Nº 14.346, aplica la ley nacional. Cuando el hecho no configure delito y sí contravención, solo ahí se aplica el Código Contravencional”.
Bajo el nuevo instrumento legal, las sanciones también se vuelven más estrictas: habrá multas que alcanzan hasta los ocho millones de pesos, trabajo comunitario de hasta 60 días y posibilidad de arresto en los casos más graves. Se incorpora además una nueva figura contravencional específica para quienes dejen animales encerrados en vehículos: “Esto va a estar penado con hasta 60 días de trabajo de utilidad pública y multas que van de $ 1.500.00 a 2.700.000. Es una de las figuras nuevas que agregamos”, señala el legislador.
Un fenómeno que crece y sin datos precisos
Aunque la convivencia con animales crece sostenidamente en los hogares de la Ciudad, aún no existen datos oficiales sobre la cantidad de animales en situación de calle ni sobre el alcance efectivo de los servicios veterinarios públicos. “En los últimos cuatro años hubo 12.000 casos de maltrato animal en la Ciudad y las penas eran irrisorias; hoy estamos subiendo las sanciones y creando un registro de maltratadores”, remarca Ferrario el alcance de la nueva ley.
El cumplimiento efectivo de la flamante norma requerirá la articulación entre distintos sectores del Estado.
“Su cumplimiento depende del Ejecutivo, que debe fiscalizar ciertas contravenciones, y también de la Justicia. La UFEMA tiene un rol fundamental: en el primer semestre de este año hubo 700 denuncias por maltrato animal, y ellos son quienes investigan esos casos”, explica. Además, hace un llamado a la participación ciudadana: “Es clave hacer la denuncia. Si alguien ve un animal encerrado en un auto, por ejemplo, debe llamar a la policía o al 0800-333-47225 (FISCAL) para que actúe la Justicia”.
La ley también busca adaptar el espacio público a una convivencia más inclusiva, en línea con una transformación social que redefine los vínculos familiares. “Pet friendly no es una moda: significa que todas las familias, sin importar su forma, puedan vivir y moverse plenamente en Buenos Aires junto a sus animales”, sostiene Ferrario.
Lo que falta: atención veterinaria, caniles y tutela responsable
Aunque la sanción de esta ley representa un avance legal en la Ciudad, Ferrario señala que este es “apenas el comienzo”. “Falta mucho más. Este es un primer gran paso, pero no alcanza”, dice y cuenta que ya presentó otros proyectos que integran el paquete Ley Huellas, centrados en atención veterinaria primaria, control poblacional de animales, regulación de caniles públicos y paseadores, y políticas para animales en situación de calle o extraviados.
“La gente está esperando el viernes a las 10 de la mañana para ver si consigue un turno de castración. Claramente hay que aumentar la oferta de servicios veterinarios”, subraya y cuenta que entre los proteccionistas que ayudaron, contó con la colaboración de refugios como Zaguates y Callejero Casa Quiere, entre otros. En ese sentido, destaca la importancia y necesidad de reconocer y fortalecer el trabajo que realizan los refugios y los rescatistas: “Muchas veces cubren la ausencia del Estado. Hay que priorizarlos y ayudarlos en el proceso de rescate, vacunación y adopción”.
Respecto al control en el espacio público, Ferrario destacó la importancia de promover una cultura de convivencia y tutela responsable.
“El Gobierno de la Ciudad tiene obligaciones, pero los tutores también. Tener un animal implica cuidados, paseos, atención médica y respeto por los demás. Siempre digo: trabajo por una ciudad apta para todos, también para animales”.
Finalmente, destaca que el objetivo es lograr que este año se apruebe al menos una nueva ley del paquete: “Antes de fin de año queremos avanzar con los proyectos que faltan: atención veterinaria, caniles, refugios y animales en calle. Vamos a poner la misma energía para que salgan los proyectos que faltan. El compromiso está, y las organizaciones están empujando junto a nosotros para lograrlo”, finaliza.