Milei y Trump: el salvataje financiero de EE.UU está trabado por política

La administración Trump planteó al gobierno de Milei que era necesario fortalecer la dinámica del Gabinete y terminar con la influencia de Beijing, y la Casa Rosada aún no dio señales de avanzar en ese sentido

(Desde Washington, Estados Unidos). En la Casa Blanca hay cierta perplejidad frente a las respuestas que recibe desde Balcarce 50 sobre las decisiones políticas que debería asumir Javier Milei para coronar el salvataje del Tesoro de los Estados Unidos.

Esa perplejidad quedó manifestada ayer en una comunicación que Scott Bessent y su equipo técnico mantuvieron con Luis Caputo y su gabinete económico. Se trató de un diálogo entre el secretario del Tesoro y el ministro de Economía para establecer una hoja de ruta que permita activar el salvataje financiero prometido por Donald Trump a Milei.

Pero el debate técnico entre Bessent y Caputo encalló porque aún la Casa Rosada no puso en marcha las reformas políticas y geopolíticas que solicitó Washington para desplegar el swap de 20.000 millones de dólares, el crédito standby y la eventual compra de bonos y títulos públicos frente a un shock en los mercados.

Bessent adelantó la posibilidad de enviar una delegación técnica a Buenos Aires o la instancia de recibir a una misión argentina para continuar las negociaciones.

Sin embargo, cualquiera de estas dos alternativas quedaron en suspenso ante la ausencia de definiciones políticas.
La administración republicana solicitó que se fortalezca el gabinete nacional para llegar a un acuerdo sólido con la oposición y que se reduzca la influencia de China a la mínima expresión.

El mensaje llegó al Gobierno a través de un backchannel vinculado a la CPAC, que accede sin dilaciones protocolares al Salón Oval.
Y en las cercanías del Presidente de los Estados Unidos llamó la atención que ese mensaje político aún no fue asumido en su verdadera dimensión por Balcarce 50.

Desde esta perspectiva, en la Casa Blanca se sorprendieron por dos declaraciones públicas que hizo Milei en las últimas horas. “A mí me gustaría que vengan y me lo cuenten a mí, que yo estaba sentado en esa reunión”, sostuvo el Presidente cuando le preguntaron sobre la existencia de determinados requerimientos políticos a cambio del salvataje financiero.

Y ante la pregunta sobre si se le había pedido terminar con el swap chino, Milei fue categórico: “Eso es falso, eso es falso”.

Milei dice la verdad: Trump, Bessent y el secretario de Estado, Marco Rubio, no le pidieron que haga cambios en el Gabinete, acuerde con la oposición y termine con el swap de 18.500 millones de dólares que China tiene en las reservas del Banco Central.

Pero horas después de esa cumbre bilateral, influyentes inversores y conocidos representantes de la CPAC estuvieron con la comitiva presidencial en el hotel Langham de New York para sumar contexto político al diálogo franco que mantuvieron Milei y Trump.

En este escenario, la administración republicana está sorprendida por la dispersión que habría sufrido el mensaje de Trump entre los funcionarios que integran el círculo de confianza de Milei.

Trump apuesta al proyecto político de Milei y comparte su mirada ideológica del mundo, por eso ordenó el salvataje y decidió recibirlo con toda la pompa en la Casa Blanca.

Sin embargo, el Presidente de los Estados Unidos necesita que Milei sume su parte consolidando al gobierno y minimizando la influencia de China en la Argentina. Ese es el trade off.

Durante la conversación que mantuvieron ayer a la mañana, Caputo hizo una descripción descarnada sobre los actuales vaivenes del mercado y Bessent ratificó la voluntad de la administración Trump de apoyar al gobierno de La Libertad Avanza.

En el actual nivel de negociación, es poco probable que se haga un anuncio puntual vinculado a un desembolso inmediato para fortalecer las reservas del Banco Central, o que haya una compra de bonos para evitar que crezca el riesgo país.

Bessent está dispuesto a transferir 5.000 millones de dólares para cumplir con el vencimiento de enero de 2026, pero antes de eso tiene que haber una hoja de ruta ya definida para cada uno de los recursos que integran el salvataje de la Secretaría del Tesoro.

Ayer el mensaje fue claro desde Washington: es necesario llegar con todo resuelto para la cumbre Milei-Trump, que sucederá en 12 días.