Carlos Adrián Arribas admitió que hay más gente en la mira de la justicia por los crímenes de Brenda, Lara y Morena. Y confió en que en estos días ya podrían tener a todos los involucrados presos o con pedido de captura
“Esta semana sería vital”. La frase pertenece al fiscal de Homicidios de La Matanza Carlos Adrián Arribas, a cargo del triple femicidio de Florencio Varela. Este domingo el funcionario develó que hay más sospechosos en la mira por los asesinatos de Lara Gutiérrez, Brenda del Castillo y Morena Verdi y que en los próximos días saldrían los pedidos de captura para ellos.
“Estamos pronto a tener a todas las personas que estuvieron en el hecho detenidas. Y las que no están detenidas, con pedidos de detención y captura. Captura vigente no hay ninguna pedida por ahora, sí investigamos a algunas personas que ya están individualizadas. Esta semana será vital”, dijo Arribas en diálogo con Radio con Vos.
Y agregó el fiscal que “en una investigación avanzada hay al menos dos o tres sospechosos” individualizados y que esta semana podrían tener el pedido de detención activo, aunque dijo que no es una causa fácil porque atraviesa muchas jurisdicciones (La Matanza, Florencio Varela y CABA) y eso requiere tiempo.
“Hay indicios y lineamientos de investigación, pero no está determinado el móvil. La línea del robo de droga está, aunque lo tenés que ir confirmando o descartando con testimonios y pruebas objetivas”, deslizó el funcionario.
Y, ese contexto, explicó: “Una de las hipótesis puede ser que haya un tema de drogas. En los implicados el consumo está y, en el medio, hay que probar si el tema narco atraviesa la causa. Y si fuera así, tendría que pedir la declinación de la competencia y que pase al fuero federal”.
Por lo pronto, el investigador detalló que a los nueve detenidos que tiene el expediente por el triple femicidio los tienen “ubicados en el lugar del hecho o en la proximidad” y que ahora se debe delinear el rol de cada uno.
“En 35 años nunca vi un caso con estos ribetes y con este tipo de agresividad y violencia. Es la primera vez que lo veo”, sentenció el fiscal que afronta una semana compleja en la que debe también analizar la información que dio la apertura de todos los celulares que se secuestraron.
Morena(20), Brenda (20) y Lara (15) desaparecieron el viernes 19 de septiembre luego de subir, por propia voluntad, a una camioneta Chevrolet Tracker blanca que fue captada por cámaras de seguridad en la rotonda de La Tablada.
Las víctimas creían que iban a una fiesta en el barrio porteño de Flores, pero en lugar de eso las llevaron a una casa de Florencio Varela donde las torturaron y mataron.
Cinco días más tarde, el miércoles 24 de septiembre por la madrugada, los tres cuerpos fueron hallados en una fosa cavada en el jardín de la casa en Florencio Varela.
En el transcurso de la investigación, se determinó que la Chevrolet Tracker blanca había sido robado en Dock Sud y tenía patente falsa, que un Volkswagen Fox estaba involucrado.
Así quedaron detenidos Magalí Celeste González Guerrero (28), Andrés Maximiliano Parra (18), Iara Daniela Ibarra (19) y Miguel Ángel Villanueva Silva (27), quienes ya fueron trasladados hacia el penal de Melchor Romero.
El pasado fin de semana fueron capturados Víctor Sotacuro Lázaro, en la ciudad fronteriza de Villazón, al norte del país; y Ariel Giménez, quien está acusado de cavar la fosa y enterrar a las víctimas y es el único que fue imputado por el encubrimiento.
Florencia Ibáñez, sobrina de Sotacuro Lázaro, en tanto fue aprehendida este lunes por haber estado en el mismo auto con su tío la noche del crimen de las chicas. Mientras que Matías Agustín Ozorio, ladero de “Pequeño J”, cayó este martes en Lima, Perú, y fue expulsado de ese país y entregado a las autoridades argentinas.
“Pequeño J” fue apresado este martes en la ciudad de Pucusana, al sur de Lima, cuando iba a encontrarse con su mano derecha. Ahora, quedó alojado en la cárcel de Cañete, ubicada a 144 kilómetros de la capital peruana, por disposición del Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE). Allí pasará los 9 meses de prisión preventiva o mucho menos si es que la extradición sale en tiempo y forma, como se cree, en al menos 60 días.