El banco Wells Fargo presentó sus proyecciones sobre la política cambiaria que seguirá al resultado de los comicios
El banco estadounidense Wells Fargo expresó sus dudas sobre el actual esquema cambiario y mencionó los posibles errores que a su criterio se podrían cometer al respecto luego de las elecciones de medio término. Además, vaticinó cómo seguirá el respaldo del Tesoro norteamericano.
En ese sentido, vale recordar que ante la creciente demanda de divisas que pone en jaque al esquema cambiario antes de las elecciones EEUU y el Banco Central confirmaron esta semana un swap por USD 20.000 millones, en el marco de un acuerdo para estabilizar el tipo de cambio.
También, como ya hizo días atrás y se prevé que siga ocurriendo, ayer miércoles la dependencia a cargo de Scott Bessent inyectó entre 400 y 500 millones de dólares en el segmento de contado a través de los bancos Citi y JP Morgan. En otras palabras, compró pesos nuevamente.
A todo ese paquete se suma la posibilidad de que JP Morgan, Bank of America, Goldman Sachs y Citi presten en conjunto otros USD 20.000 millones.
Bajo ese contexto, Wells Fargo indicó en su último reporte: “Esperamos un mayor grado de depreciación del peso en adelante respecto de nuestras proyecciones anteriores. El respaldo del Tesoro de Estados Unidos puede otorgar algunos días de estabilidad —o incluso de fortaleza— al peso argentino, pero no creemos que dicho apoyo sea una política cambiaria sostenible en Argentina”.
“El acceso a la línea de swap estará disponible, aunque defender una moneda sobrevaluada después de las elecciones parece una política cambiaria inadecuada”, afirmó.
“Con justicia, Argentina no se ha caracterizado por decisiones tecnocráticas consistentes, pero estimamos que el peso será dejado flotar libremente, con solo intervenciones cambiarias esporádicas por parte de Estados Unidos”, concluyó. Según las proyecciones de la entidad, el peso registraría la mayor depreciación entre todas las monedas del mundo hacia fines de 2026, del 29,2%.
Por su parte, Morgan Stanley planteó tres escenarios para después de los comicios del 26 de octubre, de acuerdo a los resultados. Pero en primer lugar señaló que “la política económica probablemente requerirá un ajuste después de las elecciones de medio término; reconstruir reservas de divisas debería ser el principal objetivo, más allá del paquete de apoyo de EEUU”.
Asimismo, consideró que el Gobierno argentino necesitará gestar alianzas parlamentarias para avanzar en reformas laborales, fiscales y previsionales.
“Simulamos tres escenarios, todos bajo el supuesto de que la principal fuerza opositora, Fuerza Patria (FP), obtenga alrededor del 35% de los votos a nivel nacional, y que el respaldo a LLA oscile entre niveles inferiores al 30% alcanzado en las elecciones presidenciales de 2023 y hasta el 40%“, detalló Morgan Stanley
Escenario 1: LLA supera a FP y obtiene entre 35% y 40% del voto nacional
Para el gigante de Wall Street, las políticas económicas se vuelven más viables bajo este escenario. Las autoridades podrían avanzar hacia un régimen cambiario totalmente flotante una vez que se definan los parámetros del paquete de apoyo de EEUU.
Un “buen resultado electoral” contribuiría a contener la salida de dólares, aunque los ingresos seguirían limitados hasta que el tipo de cambio incentive a los exportadores de granos a liquidar inventarios o tras la cosecha de trigo, estabilizando así el mercado de cambios.
Se espera un ajuste ordenado, con un dólar oficial en torno a 1.700 pesos, coherente con una cuenta corriente equilibrada, asumiendo condiciones climáticas normales y rendimientos agrícolas promedio en el próximo ciclo.
De ese modo, el BCRA implementaría un programa de acumulación de reservas, como sugirió el FMI en la primera revisión del último programa. Con el respaldo de EEUU, Argentina recuperaría el acceso al mercado hacia junio de 2026, considera Morgan Stanley.
Escenario 2: LLA pierde ante FP por pocos puntos y obtiene entre 30% y 35% del voto nacional
“Podría necesitarse un tipo de cambio más débil para compensar la incertidumbre sobre las políticas. Aunque este escenario permitiría ciertos avances en la agenda de reformas, se prevé resistencia política ante los cambios propuestos, por lo que es más probable que se implementen versiones atenuadas”, asegura el informe.
El tipo de cambio podría estabilizarse entre 1.800 y 2.000 pesos, lo que permitiría un pequeño superávit en la cuenta corriente (aproximadamente 0,5% del PIB), pese a menores ingresos financieros incluso con apoyo de EEUU.
“La mayor incertidumbre afectaría el crecimiento, dado que la inversión extranjera directa permanecería por debajo de su potencial debido a las dudas empresariales sobre las elecciones de 2027 y la sostenibilidad de las políticas”, enfatizó.
“Una moneda más débil implicaría un proceso de desinflación más lento hacia un dígito, acompañado de tasas de interés más altas, aunque con una transmisión a precios limitada en comparación con los estándares argentinos”, añadió.
Escenario 3: LLA pierde por al menos 10 puntos porcentuales y obtiene entre 25% y 30% de los votos
“Es probable un ajuste desordenado, con una depreciación del peso superior a la necesaria para compensar el escaso capital político del gobierno. En este escenario, el tipo de cambio por encima de 2.000 pesos resulta plausible. El gobierno lograría mantenerse, pero la agenda de reformas quedaría paralizada”, sostiene Morgan Stanley.
“La inflación y las tasas de interés seguirían en niveles elevados, lo que derivaría en una actividad económica débil. La transmisión del tipo de cambio a los precios sería relativamente acotada debido al contexto recesivo”, agrega.
“Los proyectos de inversión extranjera directa serían limitados en alcance y escala, concentrados en los sectores de petróleo, gas y minería, con efectos de derrame modestos sobre el resto de la economía”, concluye.