La madre de César Sena habló del vínculo con su exnuera e hizo un extenso recuento de lo que pasó en junio de 2023. Negó que haya ordenado quemar el cuerpo de la joven y se declaró inocente. Además desligó a Emerenciano Sena
En el marco de una nueva audiencia por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, Marcela Acuña, imputada como partícipe necesaria y madre de César Sena, principal acusado del hecho, brindó una extensa declaración en la que hizo un recuento de lo que pasó el día que desapareció la víctima hasta cómo fue su relación con la joven asesinada. Al igual que Emerenciano Sena, dijo entre lágrimas que es inocente y le pidió al jurado “por su hijo”.
“Se me hace muy difícil declarar después de Emerenciano. Soy una mamá que creo que hizo lo incorrecto, pero me manejé como mamá y me voy a seguir manejando como mamá”, dijo, al referirse que quiso encubrir de alguna manera a César.
En ese sentido, y luego de más de una hora, le pidió perdón a Gloria Romero, madre de la víctima y las organizaciones que luchan contra la violencia de género y los crímenes contra las mujeres.
“Le pido disculpas a Gloria Romero, porque piensa de todo de mí, pero yo soy una mamá, y si fuese al revés yo pienso cómo hubiese actuado. Ella es mamá, y yo soy mamá. Ella parió como yo”, planteó.
“Le pido disculpas a ella y a todas las compañeras que militan el Ni Una Menos, que yo también lo milité. Y esto que me pasó le puede pasar a cualquier mamá. Cuando uno miente y encubre, es peor. Mis disculpas. A partir de ahora voy a estar más tranquila, sea cual sea el resultado”, dijo.
Visiblemente emocionada hizo una reconstrucción sobre su vínculo con la víctima, su hijo y su ex marido. Contó que se enteró por redes sociales que su hijo César y Cecilia se casaban.
“El 2 de junio de 2023 al mediodía César se acercó a la obra y le pregunté por qué no vino temprano. Lo vi extraño y lo raro es que hacía calor y tenía una cuellera. Cuando lo abrazo veo que tenía rasguños y me comentó que tuvo una pelea con Cecilia”, explicó. “Me duele mucho esto”, añadió.
“Cecilia era una chica más de todas las que tenía César. Ella me gustaba porque era más grande y tenía el imaginario de que él iba a poder generar una relación más estable”, agregó. “¿Como voy a odiar a una persona que apenas conocía?. Era una relación distante entre nosotras, pero nunca tuvimos ni una pelea”, agregó.
Durante más de un hora, la mamá de César Sena, dijo que “jamás dañaría a una persona, a un ser humano”. En otro pasaje de su declaración, criticó duramente la investigación judicial.
“La Justicia me acusó de asesina. Si querían, en una semana podían descubrir qué pasó con Cecilia, pero prefirieron ensuciar a mi familia, defensora de presos políticos. Querían negociar cargos políticos y por eso estamos sentados acá“, denunció.
Sobre la mañana del 2 de junio, Acuña dijo que “se levantaba e iba al barrio”. “César iba a venir a pedir plata ese día, y como no vino, me fui. Nosotros teníamos un compañero que nos iba a hacer unos trámites del Home Banking, le pedí a Fabiana que volviera a la casa a buscar los DNI. Fabiana llega al barrio y le pregunto si estaba César. “Sí, lo vi. Pero subí y me fui”, me dijo ella”, comenzó.
“A eso de las 12 llega César a la obra. Le pregunté qué pasó, que por qué no vino temprano. Me dijo que nada, pero lo vi extraño. Él me abrazaba y ese día vino diferente. Era raro que tuviera un cuellito, a pesar del calor. Le pregunté qué le pasó y vi que estaba rasguñado. Me dijo que había tenido una pelea con Cecilia. Luego volvió a la casa”, siguió.
“Terminamos de comer con Emerenciano, volvimos, y él estaba en la parte de la cocina. Me dijo que estaba mal y que iba a ir al operativo en Colonia Elisa. Le pedí que volviera temprano, pero no lo vi bien. Eso pasó hasta las 13”, contó.
“Cuando ingresé, había una puerta que estaba semiabierta, en un lugar al que nadie iba. Me pareció extraño. Miro y veo, en ese momento, un bulto. Lo que vi fue un bulto. Ahí, automáticamente, lo relacioné con lo que había visto de mi hijo y salí espantada”, comentó.
Sobre la acusación de que ella ordenó quemar el cuerpo de Cecilia, Acuña lo negó rotundamente. “Nunca. Ellos lo dicen, pero no es así. Yo lo que dije fue que me saquen el problema, pero no sabía qué era.Como cuando decían que yo destripé gente, como si fuera el cerebro de todo”, dijo.
“Lo que vi fue cuando bajé el 2 de junio, a las cuatro y media. A partir de ahí, entré en una etapa de no querer saber. De lo que ocurrió, no me puedo hacer cargo”, sostuvo.
Entre otras cosas, Acuña intentó desligar a su ex marido y relató el momento en que lo vio después de un año de estar detenidos. Además, aseguró no tener motivo alguno para haber asesinado a Cecilia.
“Le dije a Fabiana que no le diga nada a Emerenciano. No quería, porque sabía que si él sabía algo, lo iba a llevar a la Policía. De eso también me siento muy culpable… En algunos momentos mandé a decir que me den perpetua, pero que lo suelten a Emerenciano”, declaró.
“Que lo suelten a Emerenciano, que es una mochila que tengo acá. Lo que me pase a mí no me importa. ¿Qué móvil podía tener yo con una chica que ni conocía? Era la que le daba amor al hijo que quiero. Que me digan un solo motivo por el que planifiqué. Uno solo”, dijo.
Acuña aseguró además que su hijo estaba bajo tratamiento psicológico: “La psiquiatra me dijo que César estaba en una ‘alarma roja’. No entendí qué significaba en ese momento, pero lo oculté, incluso a su padre”.
“Me queda una gran tarea por mi hijo y les pido por él”, concluyó en su relato. La fiscalía desistió de hacer preguntas y tras esa exposición, se abrió un cuarto intermedio de una hora.

















