Faustina, la pequeña guerrera goyana, regresó este Viernes a su hogar junto a su mamá después de culminar con éxito su tratamiento oncológico en el Hospital Garrahan.
Tras meses de lucha, la niña celebró uno de los momentos más emocionantes para cualquier paciente: tocó la campana del Garrahan, símbolo de haber finalizado la etapa más dura del tratamiento contra el cáncer.
La Fundación Oncoinfanto-Juvenil Goya acompañó a la familia en este regreso tan esperado, destacando la fortaleza de Faustina y el apoyo de toda la comunidad que siguió de cerca su recuperación. Un final feliz que llena de luz a Goya.

















