El Dr. Alejandro Berardi, médico alergista de Corrientes, explicó a Sudamericana cómo la primavera desencadena síntomas alérgicos y ofrece recomendaciones para manejar la rinitis alérgica y el asma bronquial.
La llegada de la primavera trae consigo un aumento significativo en los casos de alergias estacionales. Según el Dr. Alejandro Berardi, médico alergista de Corrientes, esta temporada es especialmente desafiante para quienes padecen rinitis alérgica y asma bronquial. “Desde mediados del siglo XIX, cuando el médico inglés Charles Blackley identificó que los granos de polen eran responsables de sus propios síntomas alérgicos, la primavera ha estado relacionada con un incremento en las alergias,” explicó.
Los granos de polen, que son microscópicos y livianos, se dispersan con el viento y pueden ingresar en las vías respiratorias y los ojos, causando molestias a quienes son sensibles a ellos. La primavera es el período del año con mayor polinización, especialmente de árboles y malezas que liberan grandes cantidades de polen.
Esto provoca síntomas característicos en los pacientes alérgicos, como estornudos, picazón en la nariz y los ojos, secreción nasal acuosa y, en algunos casos, síntomas de asma como falta de aire y silbidos en el pecho. “La rinitis alérgica afecta hasta alrededor del 30% de la población”, señaló Berardi.
La alergia es una respuesta del sistema inmune a sustancias que no provocan reacción en la mayoría de las personas. Ante el enfrentamiento con esa sustancia (alérgeno), se gatilla una reacción que genera los síntomas. En el caso de alergias respiratorias estos serán:
Congestión nasal
Picazón de Nariz
Estornudos frecuentes
Mucosidad transparente
Agitación
Silbido en el pecho
Trastornos del sueño y mal rendimiento
La rinitis, conjuntivitis alérgica y asma son las consultas más frecuentes al alergólogo y suelen coexistir en distintos grados en el mismo paciente.
Además, aclaró que los síntomas de la rinitis alérgica suelen presentarse en episodios que duran de minutos a horas y pueden repetirse varias veces al mes o incluso a diario. “Estos síntomas incluyen picazón en la nariz, estornudos repetitivos y secreción nasal abundante, con o sin participación ocular, y pueden desaparecer temporalmente solo para regresar más tarde”, detalló. A diferencia del resfriado común, que es causado por un virus y se caracteriza por secreción nasal menos abundante y fiebre leve, la rinitis alérgica no presenta fiebre ni quebrantamiento corporal.
Para controlar los síntomas alérgicos, el Dr. Berardi recomendó identificar la causa de las alergias y tomar medidas de evitación de alérgenos siempre que sea posible. “Evitar actividades al aire libre durante la temporada de polinización, especialmente al amanecer y al atardecer, cuando la liberación de polen es mayor, es fundamental”, aconsejó.
También sugirió el uso de medicación antiinflamatoria en forma de sprays nasales y antihistamínicos durante la temporada de polen. En casos persistentes, la inmunoterapia de alérgenos, que tiene buenos resultados en la alergia al polen, puede ser una opción efectiva.
En esta línea, el especialista destacó que el calentamiento global prolongó los períodos de polinización y aumentado la producción de polen, lo que, combinado con contaminantes ambientales como las partículas de combustión diésel, intensifica los síntomas alérgicos.
“Los estornudos repetitivos, la secreción nasal y la picazón en nariz, paladar y ojos no solo afectan la calidad de vida de los pacientes, sino que también tienen un impacto negativo en su rendimiento laboral y académico, generando frustración y una carga económica significativa en el tratamiento de esta enfermedad crónica”, añadió.
Para reducir la exposición al polen, el Dr. Berardi sugiere mejorar la aislación de los ambientes domésticos, aunque advirtió que una ventilación inadecuada puede empeorar los síntomas debido a alérgenos interiores como ácaros y hongos. “La clave está en equilibrar la aislación con una adecuada aireación para minimizar la presencia de ambos tipos de alérgenos”, concluyó.
